Si no es el paciente de coronavirus de España que más tiempo ha permanecido en la UCI, le faltará poco. Su lucha ha sido titánica. Y larga. Alfonso Muñoz, de 49 años y vecino de El Verger, municipio de la Comunidad Valenciana, abandonó el lunes la unidad de cuidados intensivos del hospital de Dénia. Lo hizo tras 71 días y homenajeado por los sanitarios, que formaron una fila y amagaron con desfilar al ritmo de una marcha cristiana. Su esposa, Tere Tous, reveló ayer que los enfermeros, conocedores de su pasión por las fiestas de Moros y Cristianos, le pusieron cuando su corazón apenas latía marchas moras. Pero no respondía. Fue cuando cambiaron el repertorio y eligieron la marcha cristiana la Creu Daurada cuando esa terapia sí funcionó. "Me cuentan que entonces sí le empezó a palpitar el corazón con más fuerza", afirma Tere, que subraya que los sanitarios de la UCI?y del hospital se han dejado la piel por su marido. "No nos ocultaban que estaba muy grave. Nos llegaron a decir que podían quedarle muy pocas horas de vida. Pero también insistían en que el partido no se acaba hasta el pitido final. Nunca perdimos la esperanza".

Alfonso, que trabaja de taxista, es diabético y el 12 de marzo ya empezó a tener fiebre. Fue con su mujer al centro de salud. No tenía tos. Tere explica que, al principio, los médicos creían que sufría un resfriado. Pero luego empezó a sentir una gran fatiga. El 20 de marzo el matrimonio ya acudió al hospital. Alfonso se quedó ingresado.?El 21 de marzo Tere recibió una llamada de la conselleria de Sanidad. Le indicaban que su marido podía haber contraído el coronavirus. Y le pedían a ella y al hijo de ambos, Joan, que guardaran cuarentena. Ellos también han tenido fiebre y han pasado la covid-19, pero el virus no les ha atacado con la agresividad que a Alfonso.

"El 20 de marzo fue la última vez que lo vi. Cuatro días después me llamaron y me dijeron que estaba en la UCI?y que iban a intubarlo. El 26 de marzo fue el momento más crítico. Me llamaron, como todos los días, a mediodía y recibí una nueva llamada del hospital a las ocho y cuatro minutos de la tarde. Eso era inusual. Imagínate el susto que nos llevamos. Alfonso había sufrido un fallo multiorgánico. Los médicos nos dijeron que podíamos perderlo".

Esas horas y días fueron de tremenda angustia para la familia. "Fue muy duro, inhumano. No podíamos despedirnos. Cuando nos llamaron y nos comunicaron que estaba estable, sentimos mucho alivio. Los médicos y sanitarios son unos héroes. No nos ocultaban nada, pero nos insistían en que ellos no iban a dejar ni un instante a Alfonso. Eso te da mucha confianza". El hombre despertó del coma inducido el 19 de abril. Ese día mantuvo la primera videollamada con su esposa y su hijo. Le acababan de quitar la cánula de la traqueostomía. No podía hablar. "Para nosotros fue suficiente verlo sonreír", rememora Tere.

Alfonso ya está en la planta de hospitalización. La recuperación es lenta. Se ha quedado en los huesos. El 25 de diciembre, el día de Navidad, Alfonso hará 50 años. "Lo que ya hemos celebrado es que este 1 de junio salió de la UCI?tras 71 días. Fue muy emocionante", concluyó su esposa.