Creado por Diane von Fürstenberg, el vestido wrap, uniforme de las primeras mujeres emancipadas en la década de los setenta, ahora es también uno de los favoritos de la reina Letizia, la duquesa de Cambridge, Michelle Obama, Madonna o mujeres corrientes que quieren estar perfectas un lunes cualquiera.

"Elegante y sexy es tan perfecto para ir a bailar como para ir a trabajar". Así se define al vestido wrap en el libro El ABC de la moda. Desde su nacimiento en el año 1972, el wrap dress es un icono, un modelo universal, con múltiples posibilidades. "Un sencillo vestido todo en uno, elegante, cómodo y sexy. No pasa de moda. Sirve para cualquier ocasión, en cualquier lugar del mundo, y se ajusta a todo tipo de mujeres", manifestó Diane von Fürstenberg.

El vestido wrap, únicamente una tela que cruza la silueta femenina y se sujeta anudando un cinturón por encima de la línea de la cintura, salió a la venta con el siguiente eslogan: 'Siéntete como una mujer. Ponte un vestido', toda una declaración de empoderamiento de la mujer.

Su historia comienza cuando Diane von Fürstenberg vio en televisión a Julie Nixon Eisenhower con un top anudado a la cintura y una falda y decidió unir ambas piezas. "Lo único que tuve fue el instinto de que las mujeres querían una opción de moda más allá de la ropa 'hippie', los pantalones de campanas y los rígidos trajes pantalón que ocultaban su feminidad", explica la creadora.

Esta pieza no tardó en hacerse viral. Cientos de mujeres acudían a por este vestido tan especial y novedoso que les permitía mantener y preservar su poder en el trabajo y expresar al máximo su feminidad, además de ser apto para todas las tallas y alegre gracias a sus característicos estampados geométricos y, posteriormente de serpiente y de leopardo.

El vestido envolvente tuvo todo su apogeo durante los año setenta, una época en la que el mundo miraba hacia Nueva York, concretamente a las legendarias noches de Studio 54, la discoteca en la que se veían las nuevas tendencias de la mano de Jerry Hall, Bianca Jagger, Carolina Herrera, Diana Ross, Liza Minnelli, Ivana Trump, Brooke Shields, Cher y Olivia Newton-John.

En este entorno festivo se consagró el vestido wrap de Diane von Fürstenberg. No era diseñadora, tenía estilo, un don que le sirvió para crear prendas sencillas y cómodas con mucho gusto en la que destacaban vestidos camiseros.

Al llegar a Nueva York, la diseñadora, que gracias a su linaje rápidamente se posicionó en los círculos de la alta sociedad, mostró sus vestidos a las mujeres adineradas, que cayeron rendidas ante ellos. Su mérito fue hacer de aquel corte una silueta atemporal que lo mismo serviría para bailar hasta el amanecer como para ir al despacho.