La comunidad educativa canaria no mostró ayer sorpresa ante la dimisión de la hasta ahora consejera de Educación, María José Guerra, puesto que consideraron que era una decisión que se veía venir a raíz del caos que vive el sector desde hace semanas. Las diferentes organizaciones solicitaron al nuevo titular, José Antonio Valbuena, medidas claras y contundentes que permitan la reapertura de los centros en los próximos días.

El presidente de Anpe Canarias, Pedro Crespo, afirmó ayer que, tras la dimisión de la consejera de Educación, "lo prioritario ahora es que se publiquen unas normas claras y concretas lo antes posible relacionadas con la finalización del curso escolar". "Esperamos que la dimisión de la consejera no suponga un paso atrás en el trabajo ya realizado", indicó el portavoz del sindicato quien añadió que, "aunque no estamos de acuerdo en todas las decisiones que se han adoptado, ya hay un trabajo realizado que no se puede desechar ahora".

En cuanto al anuncio realizado el fin de semana por el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, sobre los alumnos que cambian de etapa, que podrán ser citados de forma individual para seguimiento desde el 1 de junio, Crespo celebró que se trate de una decisión que se tomará de manera voluntaria puesto que las clases continuarán de forma telemática con carácter general hasta el final de curso, marcado para el 19 de junio. Crespo recordó al nuevo equipo de la Consejería que "ya tienen material suficiente para redactar y establecer los protocolos necesarios porque la comunidad educativa le hemos hecho llegar toda la información necesaria durante estas semanas" y afirmó que "ya se nos habían anunciado algunas medidas antes de su publicación como la no incorporación de alumnado de Infantil o la voluntariedad por parte del profesorado y del alumnado para asistir a los centros educativos y nos parecía bien, así que hay que seguir trabajando en ese sentido". Además, el presidente de Anpe Canarias quiso hacer hincapié en que "el alumnado que va a titular no está pedido, tal y como se ha dado a entender en alguna ocasión".

El secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, José Ramón Barroso, afirmó que la dimisión de la consejera "no nos sorprende porque ya se venían produciendo discrepancias públicas entre el equipo de la Consejería y el propio Gobierno" y resaltó que lo que provocó que Guerra tomara esta decisión fue "la descarga de responsabilidades que manifestó el Gobierno de Canarias el pasado sábado, cuando dejó en manos de los centros el proceso de desescalada". Barroso reconoció que "ahora nos preocupan los cambios que se puedan realizar, que han de afrontarse con la mayor celeridad posible porque hay un desasosiego importante dentro de la comunidad educativa".

El presidente del Consejo Escolar de Canarias, Ramón Aciego, solicitó que "se conforme un equipo de manera inmediata y que tenga las competencias necesarias en materia educativa" y recordó que el Consejo Escolar "ya había mostrado su preocupación sobre los posibles cambios que se podían producir en el seno del Gobierno porque lo que a nosotros nos importa es garantizar la estabilidad del sistema educativo, con una hoja de ruta marcada a partir de la Ley Canaria de Educación y el Pacto por la Educación". Aciego reconoció que la incorporación de los alumnos de manera voluntaria a partir del próximo lunes "nos parece una cuestión razonable" pero "necesitamos directrices claras y que no se cargue sobre los profesores responsabilidades que nos les corresponden".

STEC Intersindical Canaria instó ayer al presidente de Canarias, tras conocer la dimisión de la consejera de Educación, a "conformar inmediatamente un nuevo equipo competente y cohesionado para poner fin a la actual situación de descontrol y desgobierno, así como a la absoluta desconexión de la dirección de la Consejería de Educación con los centros y el conjunto de la comunidad educativa". El sindicato afirmó que "siempre hemos procurado actuar de forma responsable intentando arrimar el hombro" con todas las administraciones educativas en beneficio de la escuela canaria y de sus trabajadores pero, para ello, en estos momentos, es necesario trazar un rumbo adecuado contando con todos los sectores del ámbito educativo y buscando acuerdos y consenso reales".

La presidenta de Confapa-Canarias, Josefa Méndez, explicó que la dimisión de Guerra era de esperar porque "las familias sentíamos que hace tiempo que no se avanza nada y ya se lo habíamos hecho ver a la consejera". No obstante, "cuenta con todos mis respetos porque imagino que no ha sido una decisión fácil, pero la situación lo necesitaba", indicó la representante de las Ampas de Canarias, quien espera que el nombramiento de José Antonio Valbuena "no paralice más esta situación porque tenemos que coger carrerilla". Y es que Méndez recordó que la reapertura de los centros no beneficiará solo a los alumnos, que podrán resolver sus dudas, sino que también es importante para la conciliación familiar.

Más de 40 centros escolares del área metropolitana de Tenerife expresaron ayer su preocupación ante la falta de instrucciones por parte de la Consejería de Educación hasta el momento. Las informaciones "no son claras y no nos ofrecen las suficientes garantías de protección", indicaron los directores en un comunicado en el que recuerdan que los centros seguirán cerrados al público general, pero las secretarías y consejerías irán recobrando su actividad.

La presidenta de la Asociación de Centros Infantiles de Tenerife (Acinte), Marina Amador, reconoció que "esperamos que la llegada de Valbuena al cargo no dilate más la toma de decisiones porque necesitamos conocer los protocolos que tenemos que cumplir porque los que nos exponemos al virus y tenemos la responsabilidad de cuidar a los niños somos nosotros". La docente afirma que en todo momento "hemos colaborado para ofrecer información de manera clara y transparente, desde nuestro punto de vista, dentro de los centros educativos". Sin embargo, explicó que, una vez se den a conocer los protocolos, "también tendremos que adaptarlos a las circunstancias de cada centro, que tiene sus propias particularidades, y por eso precisamente necesitamos contar ya con esa orden de la Consejería".

Amador reconoció no obstante que "aunque contáramos con esos protocolos desde hace días, cuando tendrían que haberse hecho públicos, no creo que muchos centros infantiles hubieran abierto esta semana porque aún así no sentimos el respaldo de la Consejería y no nos queremos exponer al virus, ni los trabajadores ni los niños". En este sentido, la presidenta de Acinte sostiene que "primero deberíamos ver como se comporta la sociedad al completo, si la desescalada provoca un nuevo rebrote o si por el contrarios la seguridad sanitaria está garantizada". Con todo, Acinte ha publicado un vídeo en el que se refleja el trabajo de las decenas de escuelas infantiles privadas que existen en la actualidad en la Isla y que trata de mostrar "la indefensión que sentimos por parte de las autoridades", expresó Marina Amador.