La Confederación de Federaciones y Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de Canarias (ConfapaCanarias) solicitó ayer, a través de una carta, a Ángel Víctor Torres "la destitución inmediata de, María José Guerra Palmero, consejera de Educación así como de todo su equipo con competencias en Educación, por la desastrosa gestión que han desarrollado desde que se declaró la pandemia, tanto en los momentos más duros desde el punto de vista del confinamiento, hasta la actualidad cuando faltan apenas horas para entrar en la Fase 2 de la Desescalada".

ConfapaCanarias, en su misiva, apunta que "hace falta ser educado para no decir las cosas como más de una familia estará pensando a estas alturas. No es para menos". "Observamos", prosigue, "que entre unos y otros, se les está escamoteando el Derecho a la Educación a nuestros hijos e hijas, al tiempo que se nos empuja, por no decir obliga, a cometer una imprudencia, como tener que abandonar a nuestros hijos o hijas por no contar con nada ni nadie para poder conciliar nuestra vida laboral y familiar al incorporarnos de nuevo a nuestros trabajos".

La asociación lamenta que desde Educación se hicieran "oídos sordos a todos nuestros planteamientos". "Desde la consejería", añade, "se han venido tomando decisiones que en nada han favorecido a las familias. De hecho consideramos que incluso en algunos casos se están trasladando responsabilidades a sectores educativos a los que no corresponde asumir dicha competencia". La petición de destitución de ConfapaCanarias no es la única. CC OO manifestó que los responsables de la consejería de Educación no deberían continuar "ni un minuto más", por la gestión de la crisis y exigió a Ángel Víctor Torres que eviteque la educación pública no universitaria "continúe avanzando hacia el precipicio".

"Así no se puede seguir un curso más. Alguien debe poner orden en educación", sostiene Comisiones Obreras en un comunicado en el que acusa a la consejería de carecer de "un plan de desescalada" cuando está a punto de comenzar la Fase 2.

El sindicato acusa al departamento de trasladar su responsabilidad y sus obligaciones a los equipos directivos, al profesorado y a las familias, al no haber "instrucciones concretas y claras para que la comunidad educativa pueda organizar la vuelta progresiva a la normalidad". "No se sabe si van a abrir los centros la semana próxima" y el borrador de propuesta de desescalada presentado ante el Consejo Escolar de Canarias contiene "vaguedades, imprecisiones y contradice documentos anteriores".