Desde primera hora de la mañana de este lunes, muchos centros de entrenamiento abrirán sus puertas con la intención de ponerle fin a la sangría de pérdidas de más de dos meses sin actividad en sus instalaciones. La fase 2 de la desescalada en la que se inician desde este lunes Tenerife, La Palma, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura -El Hierro, La Gomera y La Graciosa inician hoy su segunda semana en ella-, permite la apertura de instalaciones deportivas 'indoor' -espacios cerrados- al 30% de su aforo total.

Desde el inicio de la fase 1, algunos centros de entrenamiento funcional e integral apostaron por empezar a funcionar con las denominadas 'clases individuales'; un modelo que no se ajustaba a la gran mayoría y, por supuesto, excluía a gimnasios convencionales.

Si bien es cierto que algunos gimnasios esperarán por el pase a la fase 3, algunos han seguido un protocolo exhaustivo de seguridad e higiene ante la amenaza de contagio de la Covid-19.

Tal y como sucede en tiendas y comercios, los trabajadores del gimnasio y/o empresa especializada harán tres limpiezas al día -mañana, mediodía y noche-.

La cita previa, uso de mascarilla, desinfección, limitación en el uso de vestuarios y perimetración de los espacios son tan solo algunas de las normas que tendrán que poner en marcha los deportistas que vuelva a sus centros de entrenamiento. Por otra parte, las sesiones cooperativos o por equipos desaparecen.

Cita previa

Las limitaciones en cuanto al aforo de las instalaciones se refiere hacen que los centros de entrenamiento se hayan tenido que amoldar a una situación que se regirá por una fórmula matemática. Para conocer el máximo de personas que podrá entrenar de manera simultánea en un mismo espacio cerrado basta con dividir el número de metros cuadrados por cinco y hallar el 30% del resultado de la primera operación. Por ejemplo: un gimnasio de 500m2 podrá albergar a 30 personas en cada franja horaria preestablecida.

Si bien es cierto que la limitación ha actuado cual criba, los centros de entrenamiento que abren sus puertas -en su mayoría, grandes naves- han habilitado, si ya no lo tenían, un sistema de reserva para sus clientes. La antelación para pedir plaza y, sobre todo, para cancelarla ha fijado unos plazos mínimos para evitar pérdidas mayores.

No obstante, algunos gimnasios convencionales ofrecen la posibilidad de que, en caso de que su cupo máximo no se llene, el que lo desee pueda acceder siempre y cuando cumpla con los requisitos.

Accesos

Los establecimientos han apostado por garantizar el distanciamiento social también en sus aledaños. Los clientes, mientras esperan a que se les indique la entrada, deberán guardar dos metros de distancia entre ellos. El uso de mascarilla a la hora de entrar y salir será obligatorio.

En la nueva normalidad se incorpora un paso intermedio entre el acceso y el lugar de la práctica deportiva; los atletas están obligados a pasar por un punto de limpieza en el que se desinfectarán las manos con gel hidroalcohólico y pasarán la suela de su calzado por una alfombra con líquido bactericida.

De igual modo, y para evitar aglomeraciones entre horas, muchos gimnasios han bifurcado su entrada y salida.

Perimetración y circuitos

Una vez en el interior del centro deportivo, los usuarios podrán encontrarse con que su actividad se verá limitada a cubículos que evitan el contacto social. En ciertos casos, el tránsito se verá regido por marcas en el suelo que establecen el sentido de la marcha entre las máquinas y estaciones.

Si el protocolo elegido ha sido el de la perimetración, el cliente tendrá que permanecer en el espacio que le ha sido designado hasta que los monitores le indiquen lo contrario. En esta variante, el uso de mascarilla no es obligatorio durante la sesión.

Uso de máquinas y materiales

Para minimizar el riesgo de contagio, las empresas del sector podrían precintar el mobiliario que sea más difícil de desinfectar, como por ejemplo barras de dominadas y 'racks'.

El uso del resto de máquinas y materiales está supeditado a la desinfección previa y posterior a su uso por parte del cliente; el gimnasio tendrá repartidos dispensadores de líquido antiséptico en su instalación. Por lo general, el secado será con papel.

Por su parte, el uso de toallas individuales es algo que recalcan todos los centros deportivos.

Vestuarios

El servicio de aseos y duchas permanecerá inoperativo en la mayoría de casos. No obstante, en algunos casos, como el del Círculo Crossfit, limitan su uso con un sistema de semáforo que garantiza que el vestuario tan solo sea usado por una persona.

Ante la posibilidad de que los vestuarios estén cerrados, es fundamental ir ataviado con la ropa de entrenamiento.