¿La ciudadanía está dispuesta a renunciar a parte de su privacidad para ayudar al control de la pandemia? ¿Son realmente eficaces las aplicaciones móviles para hacer seguimiento del virus? Estas son algunas de las cuestiones sobre las que el Gobierno de Canarias reflexiona, en coordinación con el Gobierno central y los países miembros de la Unión Europea, para poner en marcha herramientas digitales que ayuden a monitorizar los movimientos del coronavirus entre la población y adelantarse a su evolución, con el objetivo de estar prevenidos y poder ofrecer una respuesta sanitaria acorde a las necesidades.

En países asiáticos como China o Corea se han implantado con aparente éxito aplicaciones que rastrean a las personas contagiadas. Esta tecnología que puede parecer lejana, podría estar implantada en el Archipiélago en un periodo de entre dos y cuatro semanas. "En el marco de la UE se está decidiendo que tipo de rastreo de contactos se va a adoptar", señala el director general de Modernización y Calidad de los Servicios del Gobierno de Canarias, Pablo Hernández, quien detalla que existen dos modelos, uno centralizado y otro descentralizado. Este último es el que, por ahora, tiene más posibilidades de imponerse puesto que es el más respetuoso con la privacidad de los usuarios, dado que la información de los contactos nunca saldría del móvil del usuario hasta un servidor central. "Si una persona da positivo, la aplicación permite avisar a las personas con las que ha mantenido contacto para que puedan hacerse una prueba o estén en vigilancia". El uso de esta aplicación sería voluntario y común en la UE.

"El debate entre los países miembros es jurídico y tiene un punto de filosófico", apunta el director general de Modernización, quien añade que "en los países asiáticos han antepuesto la seguridad colectiva a la privacidad, mientras que en Europa se está poniendo por delante la privacidad".

En concreto, la UE está siguiendo los pasos marcados por Singapur, donde hace unas semanas se implantó una aplicación similar, que emplea la conexión Bluetooth de los teléfonos móviles para detectar dispositivos cercanos de otros usuarios a los que se marcaría como "contactos". En caso de que algún miembro de la cadena de contactos resultase contagiado, se podría localizar con facilidad a otras personas en riesgo.

Otra de las iniciativas que el Gobierno regional tiene en desarrollo es el análisis de los movimientos de la población en relación con los teléfonos móviles, de manera anónima. "Veríamos dónde pasan más tiempo las personas durante el día y durante la noche, a grandes rasgos, para estudiar los movimientos de la población entre municipios", señala Hernández. De esta manera, si se detecta un flujo masivo de personas desde una localidad en el que hay un brote a otra, se puede prever un aumento de contagios en el municipio receptor y tener los servicios sanitarios de la zona preparados para reaccionar ante el incremento de la demanda.

El Archipiélago ya cuenta con la aplicación Asistencia Covid-19, que permite a los usuarios realizar un test de autodiagnóstico cada doce horas. Con esto se facilita el seguimiento de los síntomas compatibles con el coronavirus -tos, fiebre, dificultades para respirar o pérdida del gusto y el olfato, entre otros- en aquellas personas que hayan tenido contacto estrecho con un contagiado y en las que ya han sido diagnosticadas. Si el algoritmo de la aplicación detecte cambios significativos en el estado de salud informa al usuario sobre los pasos a seguir y lo pone en contacto con el Servicio Canario de la Salud (SCS).