El 46,3% de los docentes de Canarias afirma haberse adaptado bien al sistema online de enseñanza que se aplica durante la crisis de la Covid-19. El 30,2% restante dice haberlo hecho de forma regular y tan solo el 4,8% reconoce haberlo hecho mal o muy mal. Un alto porcentaje (18,7%) dice haberse adaptado muy bien a esta metodología. Así se desprende de una encuesta realizada por UGT a la comunidad educativa y que ya ha sido respondida por 1.048 personas. A pesar de la versatilidad mostrada por el profesorado a la hora de adaptarse, el 69,5% se muestra partidario de las clases presenciales, el 24,8% prefiere combinar ambas modalidades y solo un 5,7% se muestra a favor de la exclusividad del sistema online. Uno de los factores más llamativos de este sondeo apunta al estrés y la sobrecarga que provoca este sistema. El profesorado considera, asimismo, que la brecha digital es uno de los graves problemas a tener en cuenta en la formación online.

El 53% de los docentes canarios considera que no es posible adaptar su centro antes de que finalice el curso para cumplir con las medidas sanitarias decretadas para frenar la expansión del Covid-19, mientras que el 42,3% lo ve viable si el número de alumnos por profesor está por debajo de 15. Además, solo el 4,7% afirma que su centro dispone de aulas lo suficientemente amplias o, incluso, de aulas vacías, para ello. Es una de las principales conclusiones extraídas de la segunda encuesta elaborada por el sindicato ANPE Canarias, en la que han participado 4.188 profesionales y que ha tenido como objetivo recoger el sentir mayoritario de los docentes de la escuela pública.

Según esta consulta, casi seis de cada diez docentes confían en que se puede implantar un modelo de enseñanza semipresencial en el Archipiélago, siempre y cuando se dote a las familias, el profesorado y los centros de los recursos necesarios para ello, mientras que el resto de los encuestados entiende que no podría hacerse.

"Estamos viviendo una situación excepcional y es más necesario que nunca, si cabe, que las administraciones educativas no desoigan la voz del profesorado. El escenario en el que nos hallamos es incierto y requiere de complicidad y apoyo de toda la comunidad educativa. Los docentes han dado lo mejor de sí mismos para garantizar la continuidad pedagógica durante el cierre de los centros educativos, pero, en cambio, apenas se les ha tenido en cuenta. Eso debe cambiar urgentemente", señala Pedro Crespo, presidente de ANPE Canarias.

Una abrumadora mayoría de los participantes -el 90,7%- piensa que para que el sistema educativo compense el parón de las clases presenciales de este curso es imprescindible el aumento de las plantillas, la disminución de las ratios alumno-profesor y la formación del profesorado.

Cara al próximo curso, el 33% de los docentes opina que la Consejería debe priorizar la formación sobre enseñanza telemática para que el profesorado pueda desarrollar su labor online en condiciones adecuadas, en tanto que el 29% demanda que se habiliten aplicaciones específicas para ello.

Dentro del apartado habilitado para hacer aportaciones concretas, los docentes reclaman, para septiembre, protocolos sanitarios, tanto para el profesorado en general como para determinados perfiles (embarazadas, personal de alto riesgo) y medidas específicas para garantizar que la actividad educativa se desarrolla de la mejor forma posible en el próximo curso.

Entre estas propuestas destaca la de diseñar un plan de acción tutorial que establezca directrices de tutorización y monitorización del alumnado en situaciones de docencia online, que incluya medidas específicas para el alumnado con dificultades de seguimiento derivado de la falta de recursos digitales, en situación de exclusión social y con necesidades educativas especiales.

Los docentes también sugieren incorporar a las programaciones didácticas de una planificación en la modalidad online de la asignatura, que permita un buen seguimiento de esta en caso de un nuevo cierre. Una tercera propuesta es elaborar un plan de formación específico orientado a desarrollar la competencia digital del alumnado. Asimismo, los participantes en la encuesta plantean convocatorias específicas de dotación tecnológica a los centros y diseñar planes de préstamos y cesión de dispositivos electrónicos para alumnado y profesorado.