¿Cómo está viendo esta vuelta masiva al deporte después de casi dos meses de confinamiento doméstico?

Lo primero que hay que señalar es que el cuerpo humano está diseñado para el movimiento y que siete semanas confinados nos han afectado en lo físico, lo emocional y lo mental. La restauración progresiva de las condiciones para esto que llaman nueva normalidad debe aprovecharse para reanudar y redirigir nuestros hábitos, en especial, el movimiento. Eso sí, siempre bajo unas condiciones de seguridad y con sensatez.

¿Y qué dice la experiencia?

Que la transición debe ser gradual y que la desescalada de actividad física tiene fases, como todo proceso de readaptación. Tras semanas trabajando en protocolos y consejos, sabía que sería insuficiente. Lo que hemos visto es sólo la punta de un iceberg que esconde un sinfín de esguinces, fracturas, contusiones, quemaduras, arritmias, agujetas y algún otro susto.

¿Qué pautas debe aplicar el ciudadano medio ante esta oportunidad de reincorporarse al ejercicio físico?

En mi experiencia, y según los protocolos que he adaptado a esta situación, debe hacerse lo que llamo estrategia en tres. Suelo resumirla bajo el epígrafe preparados, listos, ya.

Pues vamos allá: preparados.

Esto empieza incluso antes de la fase cero. Consiste en estratificar el nivel del individuo según factores como la condición clínica previa, si ha padecido Covid-19 o la actividad física que desarrollaba antes del confinamiento y durante el encierro. Puede ser deseable ahondar con algún estudio médico, además de asegurar la estabilidad de posibles enfermedades crónicas.

Segundo paso: listos.

Lo que quiero señalar es que, una vez estén asegurados las condiciones de salud y los objetivos, se diseña un listado que contemple las necesidades y también todos los imprevistos que puedan acontecer. Desde llevar encima la documentación personal hasta asegurar una distancia de seguridad, que depende de la disciplina deportiva y el entorno en el que se practica. Es un listado muy personalizado, respetando preferencias, objetivos y deporte que vayamos a practicar.

Y ya...

Tras el pistoletazo de salida, no debemos dejarnos llevar por la ansiedad acumulada durante el confinamiento. Obviamente, resulta peligroso. Hay que individualizar al máximo la educación, los síntomas de alarma y el plan de actuación urgente. Además, el asesoramiento de un especialista deber perdurar en el tiempo adaptando las recomendaciones a las distintas fases.

¿En qué medida ha provocado perjuicios el sedentarismo de estas semanas?

Siempre que te hayas movido algo, ha sido positivo. Si no te has movido, el riesgo de pérdida de masa muscular, llamada sarcopenia, la osteoporosis, la formación de trombos, el aumento de peso y otras consecuencias metabólicas aumentan. Especialmente, si el hecho de reducir la movilidad incorpora otras conductas de riesgo, como ingestas desordenadas o desequilibradas, alcohol, tabaco, patrón de sueño...

¿Cómo se puede realizar una reincorporación gradual en estas próximas semanas?

La mejor prescripción que puedo dar es un entrenador, cuya función es adaptar las variables y ofrecer un plan personalizado. Si no es el caso, hay que ser precavido. A modo de ejemplo, los primeros días, se pueden combinar pautas cortas al aire libre, por ejemplo de un tercio de lo que se realizaba habitualmente, con las rutinas practicadas en domicilio. Con el tiempo, irá progresando en la disciplina al aire libre, con incrementos del 15 por ciento cada semana, hasta alcanzar el nivel previo.