Un total de 4.532 canarios recibieron una llamada telefónica en su domicilio para participar en el estudio sero-epidemiológico de la infección por el virus SARS-CoV-2 en España. Serán 7.920 las llamadas que se producirán en el Archipiélago y en la que, tras una breve presentación, el interlocutor pregunta sobre el deseo de participar en la encuesta y someterse a varios test de detección del coronavirus. Podría parecer que quienes recibieron esa llamada son personas afortunadas, pero lo cierto es que el 32,78% ya ha rechazado hacerlo.

Eso supone que una de cada tres personas invitadas al estudio han declinado el ofrecimiento y que tan sólo 2.693 -es decir el 59,22%- aceptaron participar en la prueba, mientras que 1.839 se han negado a someterse a la encuesta puesta en marcha por el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y el Instituto Nacional de Estadística (INE), para conocer mejor las características de la pandemia de Covid-19 en España y cómo está afectando a la salud de la población. Por islas, las cifras son muy dispares, y mientras en La Palma sólo rechazaron participar de este estudio el 29,1% de los propuestos, en La Gomera se supera la mitad del rechazo por parte de las llamadas realizadas, con el 51,3% de negativas. Tenerife y Gran Canaria mantienen guarismos muy parecidos, con un 43,4% y 43,2% de rechazos en 1.166 y 1.196 llamadas, respectivamente. La otra isla de la provincia occidental, El Hierro, registra un 33,1% de noes, mientras que en las dos más orientales, Lanzarote acumula 41,1% y Fuerteventura 37,7% invitaciones no aceptadas.

Una visión general del virus

El objetivo de esta encuesta está siendo realizar un trabajo de campo que permita estimar el porcentaje de personas que se ha visto infectado con Covid-19 hasta el momento en cada provincia, comunidad autónoma y en todo el país obteniendo así información sobre la transmisión del virus entre las personas, dentro de los hogares y a nivel comunitario, lo que se está viendo dificultado por la negativa a participar del mismo. Los resultados que se obtengan de esta encuesta permitirán monitorizar la transmisión comunitaria del virus, identificando los hogares que están libres de enfermedad en un primer momento y su evolución en el tiempo, además de incorporar posteriormente un subestudio específico de transmisión dentro de los domicilios siguiendo los protocolos específicos establecidos por la OMS.

Los psicólogos consultados por este periódico justifican esta negativa por el temor de parte de la sociedad a acercarse a los centros sanitarios donde se están practicando estas pruebas y poder resultar contagiados. Además, "pueden considerar el rechazo a sentirse etiquetados al ser vistos por vecinos participando de este tipo de pruebas" o incluso, nos añaden, "hay quienes pueden creer que al hacerse la prueba pueden resultar contagiados".

Incertidumbre

"Se trata de una circunstancia a la que nunca nos hemos visto sometidos", añaden los facultativos, para quienes es difícil comparar esta actitud al no contar con precedentes. En la negativa a participar del estudio, nos indican que "tiene mucho que ver la hiperinformación y la incertidumbre por el desconocimiento del virus, lo que genera mucho miedo". También se puede llegar a justificar esta actitud en que "el ser humano actúa de diferentes maneras ante lo conocido, mucho más ante algo que desconocemos".