Cuatro estudiantes de Física que este curso se han trasladado desde la Península hasta La Laguna, en Tenerife, por el Sistema de Intercambio entre Centros Universitarios de España (SICUE), han pasado el estado de alarma en la isla y están casi "encantados" de haberse quedado.

María Delgado, Miriam Molina y Javier García llegaron desde Andalucía, mientras que Joanes Basurto se ha trasladado desde el País Vasco, y durante una charla con Efe han asegurado que no se arrepienten ni de participar en el SICUE ni de haberse quedado en La Laguna durante el confinamiento.

El hecho de que compartan piso ha ayudado a llevar mejor el confinamiento durante el estado de alarma que se ha llevado a cabo por la pandemia de coronavirus, pero antes de llegar a La Laguna solo María y Miriam se conocían, y de vista.

Joanes Basurto, de 22 años y natural de San Sebastián, se decidió por La Laguna atraído por la astronomía, a la que es aficionado y cuanto tiene tiempo libre utiliza un telescopio.

Estudiaba en la Universidad del País Vasco, en Bilbao, y cuando se decretó el estado de alarma si bien intuyó que sería para largo y estuvo por volver con la familia habló con los de casa y tampoco vieron muy mal que se quedase en La Laguna.

Joanes Masurto dijo a Efe que, además, la situación estaba mejor en Tenerife que en Bilbao y además él estaba en el periodo de prácticas, por lo que decidió continuar. En cuanto a si se arrepiente de haberse quedado, primero duda y luego replica que no porque de haberse ido probablemente no hubiera podido regresar para terminar las prácticas.

En realidad solo ha perdido un día de clase con la cuarentena, gracias a que estaba en el periodo de prácticas, y ha calificado de buena la experiencia.

En cuanto a María Delgado, malagueña de 23 años y estudiante de la Universidad de Granada, también se decidió por La Laguna atraída por la astrofísica y un poco por cambiar de centro universitario.

María Delgado manifestó que cuando se produjo el estado de alarma ella estaba en Reino Unido, adonde fue para ver a su novio y reconoció que "casi" se queda allí, pero decidió regresar a La Laguna porque en su casa de Málaga habría mucho "ruido" con los padres y la hermana debido a los exámenes.

Y en La Laguna ha sido más fácil al compartir el piso con otros tres estudiantes de Física, reconoció María, quien ha asegurado que se lo han pasado bien y ha hecho muchos amigos en Tenerife, isla que ha llegado a conocer.

La también malagueña Miriam Molina, que procede de la Universidad de Málaga, explicó que ella y María se conocían porque se habían visto por la universidad y tenían amistades comunes, pero no eran amigas antes de llegar a La Laguna, donde decidieron compartir piso, y hacerlo con otros dos compañeros de facultad.

Cuando se decretó el estado de alarma Miriam Molina pensó en regresar a Málaga, pero fue dejando pasar el tiempo mientras se anulaban vuelos a la Península, y decidió quedarse para terminar el cuarto curso de Física.

Comentó que tiene algunas asignaturas de otros cursos debido a que el sistema de convalidaciones entre las universidades españolas es poco bueno, y afirmó que la experiencia en La Laguna ha sido buena, por lo que está dispuesta a estar durante otro año, ya que ha hecho muchas amistades y le gusta la isla, a cuya universidad llegó atraída por la geofísica.

Y el sevillano Javier García, que estudiaba en la Universidad de Sevilla, tiene 21 años y está en cuarto curso.

Javier se decidió por La Laguna después de que no le diesen la plaza de Erasmus que había pedido y por ello apostó por un SICUE en Tenerife atraído por la astrofísica.

Le gustaría estar un año más en La Laguna, donde se quedó tras el decreto del estado de alarma porque el piso había que pagarlo de todas formas y porque quería aprovechar y estar el mayor tiempo posible.

Javier García aseguró que quedarse en La Laguna le ha venido mejor que irse porque ha estado en el piso con otros tres compañeros de facultad, que así se ayudan entre ellos, y recomendó "a todo el mundo" que estudie al menos una temporada en La Laguna.