El Gobierno de Canarias reconoció ayer que ha detectado unas 93.000 mascarillas defectuosas repartidas en tres partidas "que han resultado problemáticas". Si bien, el consejero de Sanidad, Julio Pérez, detalló que en los almacenes y centros hospitalarios de las Islas hay unos seis millones de mascarillas. Tras el Consejo de Gobierno, Pérez precisó que solo se utilizó una pequeña parte del material en mal estado o de mala calidad. Según detalló el consejero, la primera partida con deficiencias contenía unas 25.000 unidades enviadas por el Ministerio de Sanidad. En cuanto llegó la notificación de la incidencia, se retiraron y se rastreó a los sanitarios que habían hecho uso de, aproximadamente, del 15% de las mascarillas -unas 3.700-. Esos profesionales "se pusieron los primeros en la lista de sanitarios que debían ser testados". El segundo lote defectuoso -de unas 38.000 mascarillas de tipo mariposa- lo detectaron las gerencias de los hospitales el pasado domingo, antes de que llegaran a ser utilizadas por los sanitarios, aunque sí las emplearon algunos equipos de limpieza. Este material fue comprado directamente por el Ejecutivo regional en China, con la colaboración de un grupo de empresarios que han facilitado el contacto con productores en el país asiático. Pérez aseguró que la empresa Innjoo, proveedora de estas mascarillas, abonó el miércoles los 106.000 euros que costó esa partida, tras reconocer que las deficiencias eran responsabilidad suya.

Por último, hubo un tercer lote de 30.000 mascarillas en mal estado, que fue adquirido durante la crisis sanitaria del ébola, en el año 2014. Debido a su antigüedad, tenían el elástico suelto, por lo que las mascarillas quedaban sueltas y "producían roces y dermatitis", detalló Pérez. Quien destacó el buen criterio de la gerencia de Atención Primaria de Gran Canaria por tratar de dar uso al material almacenado. Con respecto a la escasez de mascarillas, Pérez aseguró que esta última semana "las farmacias han estado mejor atendidas" y ya han empezado a dispensar este producto. Además, mostró su deseo de que llegue el momento en el que su uso pueda ser generalizo y "haya mascarillas para todos", dado que su uso en espacio cerrados será una de las medidas que se implantarán durante el desconfinamiento.