Los mayores tienen que salir a la calle al menos una hora al día a caminar, por su salud física y mental. Este principio general es coincidente entre los especialistas, quienes matizan que se deben guardar todas las medidas de seguridad e higiene y evitar la interacción. Y no solo eso. Realizar ejercicio en casa es otro factor fundamental para evitar ser blanco fácil de enfermedades e infecciones. De ahí que los geriatras soliciten la colaboración de las familias para cuidar la alimentación y realizar ejercicio diario en los domicilios. Una tercera recomendación es que los ancianos no vean continuamente las noticias en la televisión. El contenido de algunas de esas informaciones les pueden atemorizar y deprimir.

El Gobierno de España estudia la posibilidad de permitir que, al igual que los niños, las personas mayores puedan salir pronto a la calle -se calcula a partir de los 65 años-. Pero mientras con los más pequeños ya se sabe que será dentro de unos días -falta por concretar edades y en qué condiciones-, para los más mayores carecen aún de fecha.

El geriatra José Gutiérrez remarca "la necesidad de que los mayores salgan a caminar, al menos una hora diaria, aunque dependiendo de su estado de salud y siempre respetando las normas de distancia y seguridad" con respecto a otras personas. El envejecimiento supone una descalcificación ósea, pero también afecta a la masa muscular y eso conlleva una pérdida de la fuerza muscular. Esta carencia supone, a su vez, una alteración del equilibrio y de la flexibilidad, explica. La consecuencia inmediata es un aumento del riesgo de caídas y un rápido avance hacia la dependencia funcional. De ahí que el ejercicio físico sea fundamental también para los más mayores. "Es la forma de retrasar la dependencia física a medida que se avanza en la edad", señala José Gutiérrrez.

El problema es que se puede entrar en un círculo vicioso, en el sentido de que cuanta menos masa muscular y menos fuerza, menos ganas de realizar ejercicio, con lo que rápidamente se puede llegar a la atrofia. "No es necesario hacer largas tablas de ejercicio, porque tiene que ser adecuado a la situación personal específica del paciente. Basta con realizar una serie diaria de ejercicios para favorecer la resistencia, la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad", manifiesta Gutiérrez. El geriatra recomienda, fundamentalmente, caminar. Cada uno a su paso, pero caminar a diario. Y eso se debe acompañar de otra serie de ejercicios que se pueden llevar a cabo en el propio domicilio.

Referente internacional

Una tabla de ejercicio que recomienda José Gutiérrez es la del proyecto Vivifrail, desarrollada por especialistas en la Universidad Pública de Navarra y cuyo responsable es Mikel Izquierdo. Se trata de un programa de promoción del ejercicio físico que es referente internacional de intervención comunitaria y hospitalaria para la prevención de la fragilidad y las caídas en las personas mayores. Actualmente lo utilizan más de 5.000 profesionales sanitarios y el impacto sobre la población efectiva supera las 15.000 personas.

"Esos ejercicios, que se pueden buscar en la web y realizarse en casa (Vivifrail), están pensados y adaptados teniendo en cuenta distintos grados de movilidad y flexibilidad. Estamos en un momento excepcional y se pueden mirar y hacerlos en casa todos los días", insiste José Gutiérrrez.

La norma general, según los especialistas, sería establecer al menos una hora de caminata para los más mayores, pero luego hay que adaptarla a la situación vital de cada uno y su nivel de riesgo. "Los mayores tienen más sintomatología de riesgo, y por ello más posibilidades de ingreso hospitalario y también de letalidad", añade el geriatra. Todo ello se agrava si la persona sufre hipertensión, diabetes, enfermedades cardiovasculares o una enfermedad respiratoria.

Más actividad

Encontrarse más activo físicamente también ayuda psicológicamente, porque al estar encerrados en casa "se encuentran aislados al no poder hacer vida social, conversar con otras personas de su entorno, y mucho peor si no pueden ver a sus hijos y nietos", explica el geriatra. Si a esto se añaden las noticias de televisión, la angustia y la depresión pueden llegar servidos en bandeja. "No necesitan estar escuchando continuamente que los más afectados y la mayor tasa de letalidad está entre los mayores, y que fallecen por decenas. Con que escuchen las noticias una vez al día es más que suficiente. Hay que intentar buscar actividades y que estén entretenidos y con la mente activa", remarca José Gutiérrez.