El juzgado de primera instancia e instrucción número 4 de Granadilla de Abona (Santa Cruz de Tenerife) ha condenado a un vecino de ese municipio a pagar una multa de 540 euros porque increpó a los agentes cuando requirieron que regresase a su domicilio porque incumplía la cuarentena sin justificación.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha informado este miércoles de que esta persona, de 60 años, hacia las 15:45 horas del pasado lunes fue requerido por agentes de la Guardia Civil en un "filtro" de identificación de vehículos y personas, para que justificara su presencia en dicha vía, por la que circulaba a pie.

"El acusado, en estado de agresividad", detalla la sentencia, se negó a justificar su presencia en la misma, razón por la que le fue propuesta por los agentes la correspondiente sanción.

Pese a ello, "regresó al lugar, permaneciendo en la vía e increpando a los agentes, quienes le advirtieron de que debía abandonar el lugar, bajo apercibimiento expreso de incurrir en delito de desobediencia grave".

Se añade en la sentencia que el acusado "actuando con manifiesto menosprecio a las disposiciones del Gobierno de España y a sabiendas de las consecuencias legales de su conducta, incumplió a sabiendas y sin causa justificada alguna, la prohibición de libre circulación de personas recogida en el Real Decreto antedicho, y se negó a regresar a su domicilio de forma reiterada".