El Ministerio de Sanidad se ha vuelto a equivocar. Los sanitarios canarios y la Consejería autonómica han identificado un nuevo lote de mascarillas -esta vez quirúrgicas- que no sirven para protegerse del virus que provoca la Covid-19, aunque también estaban catalogadas como FFP2 por el Ministerio de Sanidad. Según la Consejería autonómica se habrían repartido "pocas" en Atención Primaria, donde las usaban como mascarillas higiénicas.

Se trata así del segundo lote de este recurso de protección llegado a las Islas que no han supuesto la protección deseada para los sanitarios. Hace tan solo cuatro días también se procedía a la retirada de 13.000 mascarillas que garantizaban una protección como la de las FFP2, pero cuya capacidad filtrante era entre tres y cinco veces inferior a lo necesario.

En el envase de este nuevo lote de mascarillas, de la marca china Moloven -fabricante especializado en pañales y compresas- , se advierte de que estas mascarillas no se deben usar "como mascarilla en cirugías o mascarilla protectora". En el mismo envase también señala que "el tiempo máximo de uso no puede exceder las tres horas".

Al ver estas cajas en los hospitales se procedió a su inmediata retirada sin ni siquiera dar la oportunidad a los sanitarios de utilizarlas. En Atención Primaria sí se han llegado a utilizar "unas pocas" en puestos de trabajo en los que normalmente no se utilizan. Por ejemplo, en personal de limpieza de los centros de salud. Sanidad pretende proceder a devolver todo el material que no sea fiable para la protección de sus sanitarios.

No es la primera vez que ocurre, el pasado viernes, la Consejería de Sanidad tuvo que retirar el pasado 13.000 mascarillas del fabricante chino Garry Galaxy que decían ser FFP2 -las de mejor protección frente al coronavirus- pero que en realidad no cumplían su función. De estas, 3.000 se habían distribuido y otras 10.000 se quedaron en los almacenes hospitalarios. Según Sanidad, en estos días se ha procedido a realizar pruebas de Covid-19 a todo el personal que pudiera haberlas utilizado durante el tiempo que estuvieron disponibles. El plan especial consiste en la realización de análisis y pruebas PCR a los trabajadores y se ha iniciado este mismo fin de semana en el Hospital de la Candelaria, en el que se ha testeado a 1.020 profesionales, de categorías sanitarias y no sanitarias, de los que 3 dieron positivo en coronavirus, están asintomáticos y no han trabajado con aerosoles, por lo que la relación de su contagio con el uso de estas mascarillas no es concluyente. En la Gerencia de Fuerteventura, del cribado realizado sobre 125 trabajadores ha resultado un positivo en coronavirus, aunque una vez más su relación con el uso de esta mascarilla en concreto no está confirmado y la persona ya está aislada siguiendo el protocolo. En el Hospital Universitario Dr. Negrín se ha podido confirmar que no se distribuyeron estas mascarillas.

En el resto de centros hospitalarios y no hospitalarios también se está realizando este estudio y se está a la espera de los resultados del cribado del personal que ya se ha iniciado. Actualmente, hay 508 sanitarios contagiados en el Servicio Canario de la Salud (SCS) y, por esta razón, los sindicatos sanitarios (UGT, Intersindical Canaria y Asamblea7Islas) han remarcado la necesidad de realizar test masivos, aún más después de haber sucedido esta situación. "Solicitamos al SCS que se hagan de nuevo test a todos los profesionales que hagan usado esos equipos que no cumplían la normativa de seguridad adecuada", insistió Francisco Bautista. En este sentido también se manifestó el portavoz de comunicación de la Federación Nacional de Salud del sindicato, Ruymán Pérez, que afirmó que "Sanidad se ha limitado a localizar al personal afectado por el uso de estas mascarillas para hacerles las pruebas correspondientes lo que, sin duda, es del todo insuficiente".