La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha informado este miércoles que los fallecimientos entre residentes en centros de mayores pasan de ocho a diez, todos en la isla de Tenerife, tras registrarse dos muertes entre este martes y la jornada de hoy.
En total, el departamento autonómico constata 1975 casos acumulados de coronavirus Covid-19 desde el inicio de esta crisis sanitaria y de estas personas, 781 han necesitado hospitalización y 152 lo han hecho en un servicio de UCI mientras que las altas hospitalarias con cierre epidemiológico ya suman 622.
En el registro de hoy se suman 104 fallecimientos, si bien después del cierre de la estadística enviada al Ministerio, a las 20.00 horas de ayer martes, se ha registrado otro fallecimiento más que ha tenido lugar en una residencia de mayores en Tenerife por lo que la cifra total en las islas asciende a 105.
Canarias superó el último fin de semana el centenar de defunciones por coronavirus. Este miércoles ya se ha producido otra muerte, según el recuento de las 14:00 horas. La web de la Consejería de Sanidad registra ya 106 fallecimientos por coronavirus desde el inicio de la pandemia. Habrá que esperar al recuento de las 20:00 horas para dar el balance del día.
Además, el número de profesionales sanitarios contagiados por coronavirus Covid-19 es de 447, el 22,6% de los casos totales, cifra que representa el 1,49% de los trabajadores del Servicio Canario de Salud.
Por islas, la que más casos acumulados tiene es Tenerife que cuenta con 1258 casos; le sigue Gran Canaria con 507 casos; La Palma, 83 casos; Lanzarote, 76 casos; Fuerteventura, 38 casos; La Gomera, 10 casos y El Hierro, 3 casos.
Los fallecidos por islas se reparten de la siguiente manera: 70 en Tenerife; 5 en La Palma; 27 en Gran Canaria y 3 en Lanzarote por lo que se mantienen al margen La Gomera, El Hierro y Fuerteventura mientras que por tramos de edad el más afectado es el segmento 80-89 años, con 40 muertes.
La Consejería de Sanidad reitera la importancia de mantener al máximo el confinamiento para evitar que las personas más vulnerables puedan enfermar, caso de pacientes inmunodeprimidos, diabéticos, personas con enfermedad cardiovascular crónica, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad renal crónica o neuromuscular o personas con cáncer.
