Un total de 98 usuarios de los centros de mayores de Canarias han dado positivo por coronavirus desde el inicio de la crisis sanitaria, de los que ocho han fallecido, 82 han sido derivados a centros hospitalarios y ocho están aislados en los propios centros.

La incidencia más relevante con respecto a las residencias de mayores hasta el 14 de abril de 2020 es el fallecimiento de ocho usuarios, todos ellos en Tenerife. Cinco de ellos tuvieron relación con la residencia Jardines de San Marcos, en Tegueste; dos de ellos con el Centro Sociosanitario de Fasnia y uno en el Hogar de Mayores Santa Rita, en Puerto de la Cruz.

Así lo ha informado este martes la Consejería de Sanidad, que agrega que el Gobierno regional sigue avanzando en el cribado COVID-19 en los centros de mayores, que cuenta en la actualidad con unos 7.000 residentes.

De esta forma, al estudio de los casos positivos y contactos directos y estrechos se suma el inicio del cribaje en todos los centros, un cribado que se ha iniciado este martes en dos de los centros con mayor número de usuarios: el Hogar Santa Rita, en Puerto de la Cruz, y el Centro Sociosanitario El Pino, en Las Palmas de Gran Canaria.

El departamento regional ha señalado que la diferencia entre el cribado y el estudio ante casos es que este segundo se hace en aquellas residencias donde se detectan positivos COVID-19.

En estos casos, se sigue el protocolo de control y realización de test y aislamiento tanto de los positivos como de sus potenciales contactos directos y estrechos.

Además, la Consejería ha señalado que se estudia la causa raíz del contagio y, en este momento, todos los testados por estudio de casos se ha hecho con pruebas PCR.

Por su parte, el cribado tiene como primer objetivo la detección de posibles casos positivos asintomáticos que puedan darse en estas residencias. Como objetivo secundario, pero no menos importante, el cribado determinará la situación de inmunidad de los residentes y trabajadores de los centros ante el coronavirus COVID-19.

De esta manera, se puede conocer la realidad de cada centro de una forma más exhaustiva, justo en un ámbito residencial donde se encuentran personas con una alta vulnerabilidad. Este estudio es determinante para la toma de decisiones tanto epidemiológicas, clínicas como sociales.