Lucas solo tiene un año, pero ya sabe lo que es ser turista vip. Maite es extremeña y David asturiano. Se conocieron hace seis años, residen en Madrid desde hace algún tiempo y siempre que pueden viajan a Fuerteventura en busca de tranquilidad y un remojón en la playa. Este año querían que la visita fuera especial, viajaba su hijo Lucas, por primera vez. El vuelo de regreso debía salir el 14 de marzo. La noche antes de viajar, Lucas empezó a estar molesto y apático, y el termómetro confirmó que algo no iba bien. El niño tenía más de 39 de fiebre. La llamada al 1-1-2, la activación del protocolo del Covid-19... haber venido desde Madrid no ayudaba.

El domingo por la mañana llegaron dos enfermeros al hotel de la cadena Barceló en Jandía para hacerle la prueba del Covid-19 a Lucas. "Al principio, como el único que había dado síntomas, solo se las iban a hacer a él, pero al final decidieron hacérmelas a mí también porque las pruebas a bebés no son tan exhaustivas como las nuestras", explica Maite. Antes de llegar los resultados, Lucas dejó de tener fiebre y volvió a hacerle caso a los juguetes, así que su madre se tranquilizó: "Pensamos que había sido otro virus que coincidió con la pandemia, por lo que decidimos sacar otro vuelo para regresar el jueves a Madrid".

Pero tampoco pudieron coger ese avión. El miércoles llegaron los resultados, Maite era positiva en Covid-19 y Lucas falso negativo, pero, explica, "al tener un contacto tan estrecho conmigo, los médicos siempre lo han tratado como caso positivo". Lucas estuvo unos días con fiebre, aunque sin tos. Su madre no tuvo grandes síntomas. "Si no hubiera esta situación de pandemia, habría pensado que lo mío era una gripe o catarro, porque para mí no fueron síntomas fuertes, lo que sí tuve fue un dolor de cabeza muy fuerte, tengo migraña y, aun así, decía este dolor no es normal". Maite y David rebautizaron a Lucas como el héroe más pequeño en esta lucha. "Él nos puso en alerta, nosotros no teníamos síntomas, fue él con su fiebre", apunta.

Si no, "hubiéramos subido a un avión y pasado por los aeropuertos de Fuerteventura y Madrid pudiendo contagiar a personas en riesgo a las que la enfermedad podía pasar factura", cuenta. "Lucas es el héroe más pequeñito porque salvó a personas de contagiarse por mi culpa", añade.