Más de diez mil personas han muerto ya por coronavirus en España, lo que representa el 20 % del total en el mundo, después de que ayer se haya vuelto a superar el máximo diario con 950 fallecimientos, según los datos del Ministerio de Sanidad, que insistió en que el foco ya no está en el pico de contagios, que se siguen ralentizando al 7% con ocho mil nuevos casos, sino en las ucis, con unas seis mil personas ingresadas.

Esas muertes se inscriben en una tendencia sostenida, como se ha visto en Italia -donde hoy ha habido casi doscientos decesos menos que en España-, y con distintos ritmos según las comunidades autónomas y el desarrollo y evolución de la epidemia en cada una de ellas. Los 950 muertos de ayer pesan como una losa sobre unos datos estadísticos puestos cada día en cuarentena, no solo en España, e impiden a las autoridades sanitarias que se centre toda la atención en la evolución de la pandemia, también en buena medida porque se repiten los conceptos y se extreman las cautelas a la hora de hacer cualquier previsión de tendencia.

"Aún quedan semanas duras", afirmó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, al dar por finalizada la "fase de estabilización" de la epidemia y dar paso a lo que que ha denominado "fase de ralentización" de los contagios, que han superado ya los 110.000.

De los fallecimientos, un total de 3.047 mayores usuarios de residencias de ancianos públicas y privadas. Aunque no todos los gobiernos autonómicos facilitan cifras oficiales, la región española más afectada sería la Comunidad de Madrid, donde hasta la fecha han fallecido, al menos, 1.115 ancianos residentes en centros; seguida de Castilla y León, con 705, y Cataluña, con 362. En el lado opuesto, Baleares y Canarias son las comunidades con menor números de fallecidos, con ocho y cinco muertes, respectivamente.