La carga viral es fundamental a la hora de determinar la virulencia de la Covid-19. Se ha estado escuchando en los últimos días de parte de algunos médicos e investigadores, pero un nuevo artículo científico publicado en la revista científica Lancet lo corrobora. La investigación determina que una de las razones que pueden diferenciar a un caso grave de uno más leve es la cantidad de partículas virales que había infectado al humano. Es lo que se denomina carga viral. De hecho, en los casos graves este índice era 60 veces superior al que se diagnostica en los casos leves.

Esto significa que quien se expone a más personas contagiadas al mismo tiempo cuenta con más probabilidades de padecer una enfermedad más grave. Esto tiene, a su vez, relación con que más de un 80% de la ciudadanía pase la enfermedad sin apenas sintomatología. Y es que, mientras la población general se expone a una carga viral baja -por el contagio de una sola persona o su círculo estrecho-, hay sectores de la sociedad, como los sanitarios, policías, militares y personal de los establecimientos de alimentación, que están permanentemente expuestos a una carga viral importante "por el número de personas a las que atienden, que, en su mayoría, pueden ser portadoras del virus, asintomáticas y excelentes transmisoras del Sars-Cov2", como señala el virólogo de la Universidad de la Laguna (ULL) Agustín Valenzuela. De ahí la necesidad y urgencia de protegerlos correctamente.

Si el contagio se produce a través de una sola persona, el sistema inmune es capaz de controlar la infección correctamente. En otras, ya sea por padecer patologías previas, ser muy mayores o estar expuestas a una cantidad ingente de patógenos, nuestras defensas son incapaces de manejarlo. Esto explica por qué mientras la mayoría de adultos y niños presentan síntomas leves similares a la de una gripe cuando contraen el virus, otros pacientes rápidamente desarrollan un distrés respiratorio agudo, un fallo respiratorio o incluso un fallo orgánico.

Los últimos datos oficiales de Italia, con casi 14.000 analizados, señalan una letalidad del 9,6% entre los septuagenarios, de un 16,6% entre los octogenarios y de un 19% entre los nonagenarios. En España, según el último informe de vigilancia epidemiológica, la letalidad de los casos de Covid-19 es de 3,7%, con un rango desde 0% para los menores de 15 años, hasta 14% para los mayores de 80 años. En Canarias, con los datos actuales la mortalidad en octogenarios es del 19,2% mientras que entre septuagenarios es del 5,8%.

Pero eso no significa que los jóvenes no puedan contraer e incluso estar muy graves de Covid-19. En Canarias actualmente hay 87 contagiados entre 20 y 29 años y 168 entre 30 y 39. De los primeros, el 32% de los contagiados es personal sanitario y de los segundos, este porcentaje alcanza en este sector poblacional el 37,5%.

La investigación estudió la dinámica viral de 76 pacientes ingresados por Covid-19 en el Hospital en Nanchang en China. Lo que hallaron los científicos es que en los 30 casos más graves -que además correspondían a personas mayores- la carga viral que poseían era muy superior a la correspondiente a las 46 personas con síntomas leves.

En esta patología la carga viral que se acumula en el tracto respiratorio es muy superior a la de cualquier otros virus que afecta a los pulmones. Esta característica, unida a la alta capacidad de transmisión del Sars-Cov2 es lo que lo hace, en parte, tan peligroso. El coronavirus cuenta con una R0 (índice de contagio) de 2,68, es decir, cada persona contagiada llega a contagiar a casi 3 personas, una cifra relativamente alta. Para entenderlo, el virus de la gripe estacional cuenta con un R0 de aproximadamente 1,3. "Cabe recordar, además, que para este nuevo virus, que infecta múltiples órganos de forma grave, no se dispone de inmunidad grupal ni vacuna ni tratamiento", indica Valenzuela, que recuerda que, por tanto, "no es un simple resfriado ni una gripe".

De hecho, en la carga viral también está la clave de su rápida extensión por el mundo. Según un artículo publicado en la revista Science, aproximadamente el 86% de las infecciones que se produjeron en China no fueron diagnosticadas por no producir síntomas o tener solo síntomas leves. Estas personas fueron las responsables, a su vez, de contagiar a casi ocho de cada diez personas que sí tuvieron que pasar por una prueba de PCR. De hecho, aún está en investigación pero los científicos consideran que los casos más leves pueden serlo por estar eliminando más rápido el virus y que eso genere que tengan un mayor potencial de contagiar a otras personas.

Dicho artículo determina que esto explica la "rápida expansión geográfica del Sars-CoV2 y señala que "la contención del virus es particularmente desafiante". Pero estos investigadores -del Imperial College de Londres, la Universidad de Columbia y la Universidad de Hong Kong, entre otros- también dan soluciones para poder controlar el virus. "Nuestros descubrimientos indican que el incremento radical de la identificación de casos y el aislamiento de las infecciones no documentadas son necesarias para controlar el virus completamente", relatan e insisten que controles como los que se están llevando actualmente en España -de restringir los viajes o el aislamiento en casa- son "suficientes para reducir la capacidad de reproducción del virus por debajo de uno durante el tiempo requerido para que la enfermedad desaparezca de forma local. Un vez pase la tormenta, podremos volver a salir a la calle, pero las medidas no se podrán relajar del todo ya que hay que impedir que se vuelva a repetir un brote. "Para ello necesitamos entender la respuesta inmune frente a la dinámica de la carga viral en el organismo de este virus, que ayudará a obtener vacunas eficaces y fármacos", explica Valenzuela, que concluye que "el confinamiento solo no servirá".