La Universidad de La Laguna, de acuerdo con lo establecido en la publicación de ayer, domingo 29 de marzo, de un nuevo Real Decreto que endurece las condiciones del confinamiento de la población y restringe la actividad laboral a aquellos ámbitos considerados esenciales, endurece las medidas. Rosa Aguilar, Rectora de la institución educativa, emitió una instrucción en la readaptaba las medidas ya adoptadas por la institución académica a estas nuevas condiciones.

Esta instrucción rectoral deroga la ya publicada el pasado 15 de marzo y está dirigida a los tres colectivos que conforman la comunidad universitaria: alumnado, profesorado y personal de administración y servicios. Siguiendo el espíritu del nuevo real decreto, el documento reduce la presencialidad en las instalaciones universitarias a estabulario, explotaciones agrarias, Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, laboratorios con organismos vivos que requieran ser atendidos, aquellos que estén desarrollando ensayos clínicos, pruebas de concepto en marcha y el Departamento de Ciencias Médicas Básicas.

También cesa la actividad presencial de los servicios, obras y suministros de empresas adjudicatarias en la institución académica, salvo las de seguridad, mantenimiento de instalaciones técnicas y el servicio de catering y limpieza del Colegio Mayor San Agustín y la Residencia Universitaria Parque las Islas, centros de alojamiento que permanecerán abiertos, pero únicamente alojarán al alumnado de solidaridad y de los distintos programas de movilidad, así como aquel que no le haya podido ser posible retornar a su domicilio.

La docencia de grados, posgrados y cualesquiera otras actividades formativas de la Universidad de La Laguna, así como las tutorías, seguirán manteniéndose en formato telemático, ya sea mediante correo electrónico, el Campus Virtual o los medios técnicos dispuestos específicamente para ello por la Universidad de La Laguna. Tanto los exámenes pendientes de marzo como la defensa de trabajos finales de grados y másteres quedarán pospuestos hasta el final del estado de alarma, así como las prácticas extracurriculares, que también quedarán suspendidas temporalmente.

En cuanto a la administración de la universidad, se mantiene la suspensión de términos y la interrupción de los plazos para la tramitación de los procedimientos de las entidades del sector público que ya estaba vigente en la anterior instrucción rectoral.

Asimismo, habida cuenta de que el periodo de confinamiento se solapará con el tiempo de cierre durante Semana Santa que ya estaba fijado por la universidad previamente a la declaración del estado de alarma, la nueva instrucción explicita que durante los días 6, 7 y 8 de abril, el personal que formaba parte de los servicios mínimos vinculados a dicho cierre deberá seguir realizando sus tareas de forma telemática siempre que su actividad lo permita.