"Empezaremos a ver la luz dentro de tres semanas", asegura el jefe del servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública. Amós García Rojas advierte de que durante la próxima semana seguirá aumentado el número de casos diagnosticados en las Islas, porque lo que estamos viendo ahora "es la fotografía de las personas que se infectaron antes del confinamiento". Por esto, considera que cuando se cumplan las dos primeras semanas del estado de alarma se empezarán a percibir "las bondades del aislamiento". La curva que dibuja el crecimiento del número de positivos en Tenerife es ascendente, mientras que en Gran Canaria se bosqueja un ligero aplanamiento. La gran diferencia en el número de contagios registrado entre las dos islas capitalinas será una de las grandes líneas de investigación que los especialistas tendrá que desarrollar cuando acabe la pandemia, según adelanta García Rojas, para quien no tiene sentido la amplia desigualdad entre islas. Según los datos facilitados a las 12:00 horas de ayer, Tenerife, con 585 contagiados, acumulaba el 66% del total de las Islas, mientras Gran Canaria, con una población y unos medios sanitarios similar, solo registra 197. Basándose en "apreciaciones razonables", el epidemiólogo apunta como posibles razones a que el brote del virus en Canarias se dio en Tenerife, con los casos de los italianos del hotel de Adeje, y a que en esa isla se ha realizado un mayor número de test, por lo que al hacerse más pruebas hay más casos diagnosticados.

A pesar de que en Gran Canaria pasó menos tiempo entre que se detectó el primer caso -el de la italiana que pasaba sus vacaciones en Playa de Arinaga- y el momento que se aplicaron las medidas de contención, Amós García no ve imposible que aparezcan más casos porque "es un virus nuevo y todavía hay lagunas". Sin embargo, se muestra optimista y cree que habrá un "crecimiento sostenido de casos, pero no un estallido".

Nadie sabe exactamente cuántos portadores del coronavirus hay en actualmente en Canarias. Los casos ocultos ayudan a la propagación del virus, pero esas personas permanecen asintomáticas. Por esto, García Rojas detalla que los test rápidos permitirían tener una fotografía más exacta de la pandemia en las Islas. La compra fallida de las pruebas rápidas retrasará la implantación de este sistema de detección al Archipiélago, pero el epidemiólogo espera que finalmente los test lleguen y se pongan en práctica.

Aunque todas las muertes que se han producido en Canarias con coronavirus han sido personas que presentaban patologías previas, García Rojas detalla que hay excepciones. "En un porcentaje muy bajo la enfermedad puede ser letal para una persona sana", sostiene. Por esto, hasta que se contenga la expansión de la pandemia o se encuentre una vacuna, las autoridades sanitarias recomiendan permanecer en casa para evitar la propagación del virus.

Actualmente se está llevando a cabo un ensayo clínico en el que la sangre de las personas curadas de Covid-19 se utiliza como tratamiento para las personas contagiadas. Así, con la transfusión se les hará llegar anticuerpos eficaces que ayudarán a los enfermos a luchar contra el virus. Si todos los estudios prosiguen su curso, la empresa española Grifols podría tener este tratamiento listo para el verano. "Esta línea de investigación puede ser interesante", apunta García Rojas, quien considera que hay que ver el estudio con optimismo, ya que además puede ayudar a enfocar las investigaciones para la creación de una vacuna eficaz contra el Covid-19.