El confinamiento en casa por la expansión del coronavirusNo hay opción a clases presenciales y todo se reduce al mundo online. Y ahí se produce otro fenómeno clave: la brecha digital entre estudiantes que analizan para EL DÍA varios docentes expertos.

Dos sectores de población en edad escolar aparecen especialmente afectados. Los estudiantes de familias más vulnerables que carecen de recursos para seguir las actividades online. Y aquellos que viven en zonas con mayores dificultades de conexión a la red. La brecha digital.

Medios sí, pero con Internet. José Juan Cruz, director y docente del CEIP Castro Fariñas de Tacoronte opina que "tenemos medios para llegar al alumnado pero sólo de las familias que tienen internet y muchas carecen de conexión o deben usar un único ordenador". Cruz opina que esos chicos carecen de la posibilidad de hacer el trabajo que desde los centros mandan con la intención de mantener la rutina y no olvidar los aprendizajes adquiridos. "La brecha digital se hace evidente en una situación excepcional como esta" sentencia. Desde el centro, recuerda, "no paramos de recomendar" que el material que envían "se completa si se puede hacer, sin prisas y sin agobios". Pide "sentido común porque bastante tienen ya las familias. No hay que saturarlas". Valora "el esfuerzo de la Consejería" y concluye con mensaje: "Echamos de menos a nuestro alumnado. Cuídense y en breve nos vemos en el aula".

Formación digital. Juan Pablo Lojendio, docente de Historia en el IES Benito Pérez Armas de Santa Cruz, apunta que "al comienzo de curso en todos los centros debería darse una formación básica sobre internet". Resume sobre la brecha digital: "La mayoría de los alumnos disponen de algún soporte tecnológico" aunque "en los últimos años he detectado que la mayoría tiene móvil pero no portátil u ordenador." El problema es que "muchos no saben usarlo para cuestiones didácticas". Y si piden ayuda a sus padres, "tampoco saben", valora. Por eso se pregunta si las familias acceden a los recursos, si harán que los chicos trabajen más en casa y si son necesarios tantos. Se cuestiona: "¿No estamos agobiando a los alumnos?" Sentencia: "El que ya trabajaba antes del confinamiento, lo más normal es que siga así porque es un hábito; y el que no, pues no creo que cambie". Lojendio no piensa que las nuevas generaciones sean los nativos digitales. Entiende que "depende de para qué usos". Por último, señala, "la brecha digital también plantea grandes diferencias geográfica". Ante la oferta de la consejería y su "esfuerzo" está la situación concreta de cada casa: viviendas pequeñas, muchos hermanos, wi-fi etcétera". Y concluye: "Esta experiencia inédita que nos toca vivir demuestra la importancia de maestros y profesores sin olvidar la función clave de los padres". Considera que "los recursos tecnológicos son importantes, pero siempre como un complemento a la actividad docente". Defiende que la relación maestro-alumno, la cercana y próxima nunca la va a sustituir nada. "O por lo menos no debería" apostilla. No pide aplausos, "tan de moda y con razón", pero sí "reconocimiento".

Experiencia innovadora. Albano de Alonso, director del IES San Benito, es un experto en el uso de la tecnología digital como demuestra su exitoso proyecto El español como puente. Apuesta por "buscar las necesidades de los jóvenes, alentarlos y animarlos a realizar sus producciones audiovisuales guiadas por el docente y a sentirse partícipes en la creación de la educación, no relegarlos al rol pasivo de espectador". Propone "que los centros escolares cedan en préstamo sus tabletas a las familias y las administraciones educativas expliquen en tutoriales cómo compartir la WiFi de un móvil en casa". Otra medida sería "que los ayuntamientos creen puntos de redes WiFi abiertos ". Y, por último, "que centros y Administración entiendan que someter a a los adolescentes a más estrés mandando tareas sin control y sin buscar su interés, va a alejarnos del principio de equidad".