Habrá prueba de acceso a la universidad este año, como ya se acordó entre los ministerios de Educación y Universidades, los rectores y las comunidades autónomas. La EvAU -que afecta este curso a 217.000 alumnos- no se celebrará en las fechas habituales sino entre el 22 de junio y el 10 de julio en su primera convocatoria. La segunda será antes del 10 de septiembre. Eso son las fechas propuestas que, en todo caso, dependerán de la evolución de la pandemia. Así lo acaba de acordar el ministerio de Educación junto a los consejeros en una renuión telemática pesidida por la ministra de Educación, Isabel Celaá. El modelo de examen se ajustará a la "excepcionalidad" que supone el estado de alarma debido a la pandemia del coronavirus para "no perjudicar" a los alumnos que se presentan.

Para asegurar que el acceso la universidad se produce en términos de equidad y justicia, se ha acordado modificar el modelo y el contenido de las pruebas con el objetivo de que los alumnos no se vean perjudicados por no haber trabajado en clase algún bloque o bloques de contenido en alguanas de las materias

En la conferencia sectorial de Educación también se ha acordado suspender las pruebas de evaluación de 3º y 6º de Primaria, así como la de 4º de la ESO.

El ministerio de Universidades ha dejado claro que, aunque la prueba contemplará todo el temario, cada estudiante podrá seleccionar un número de preguntas por bloque de composición amplia. De esa manera "se garantizará al 100% que versará sobre contenidos que se hayan trabajado en el aula". El ministerio que dirige Manuel Castells -que ha añadido que el tiempo de realización del examen será el mismo- ha puesto de manifesto las barreras que implica el cierre escolar y el confinamiento en los hogares porque no todos los alumnos tienen la capacidad (tecnología, espacio adecuado...) para seguir las clases 'online', tal y como han propuesto la mayoría de autoridades educativas.

Formación Profesional

Asimismo, la conferencia sectorial ha aprobado flexibilizar las prácticas en el centro de trabajo para superar el curso de Formación Profesional, ampliando el periodo establecido en el calendario escolar. La duración de la formación en el centro de trabajo se limita de manera excepcional a las horas mínimas recogidas en la normativa básica: 220 horas. También se integrará este módulo con un módulo de proyecto para que se puedan abordar los objetivos asociados al entorno laboral.

Respecto al cierre escolar y el curso lectivo, Educación ha inistido en que, de momento, no se plantea que las clases presenciales terminen en marzo. En todo caso, el 11 de abril -cuando termina, en princpio, el plazo del estado de alarma decretado por el Gobierno- Celaá se volverá a reunir telemáticamente con los responsables de Educación de las autonomías y estudiarán "como transitamos el final del curso", en palabras de la ministra. "Esperamos que pueda haber una actividad presencial" para -ha continuado- "repasar los contenidos más importantes". "De no ser así, adoptaremos decisiones y medidas. Pero ninguna familia tiene que preocuparse en exceso por este aspecto. Bastante preocupante es ya la situación general. Estamos trabajando para que ningún alumno ni alumna pierda el curso. Todos ellos serán evaluados en condiciones de equidad y justicia".