La Fiscalía General del Estado y la de Cataluña investigan los casos de cadáveres de personas mayores aparecidos en residencias de ancianos de Madrid y la comunidad autónoma. El Ejército confirma que han sido hallados durante la desinfección contra el Covid-19 que lleva a cabo la Unidad Militar de Emergencias (UME) en esos centros. Sin dar más detalles, precisamente para no entorpecer ese proceso. En este sentido se expresó el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya, en la rueda de prensa ofrecida en el Palacio de La Moncloa: "Ha habido unos casos, no sé las razones, pero confirmo que eso es cierto, se han encontrado personas fallecidas en algunas residencias"

La Fiscalía General del Estado informó ayer de la apertura de diligencias sobre el hallazgo por parte del Ejército de cadáveres en residencias de ancianos, en las que se encontraban otras personas en "situaciones extremas y malas condiciones de salubridad" para determinar la gravedad de los hechos y su posible relevancia penal. Los miembros de las Fuerzas Armadas hicieron estos hallazgos cuando entraron en algunas residencias de mayores para proceder a su desinfección dentro de la Operación Balmis de lucha contra el coronavirus que están desarrollando por todo el país.

El general Villarroya detalló que ayer estaban previstas labores en 92 residencias. El lunes se programaron en 130 y se desinfectaron 179. En total han sido más de 300 en la última semana. El JEMAD quiso expresar su "mayor reconocimiento y agradecimiento" a todas las personas que trabajan en estas residencias de mayores. Y apuntó que España cuenta con un completo sistema de gestión de este tipo de servicios, por lo que las Fuerzas Armadas pueden "colabora" pero no "sustituir un sistema que funciona bien".

Sigue la desinfección

Al margen de las residencias, las Fuerzas Armadas continuarán con la desinfección en numerosas instalaciones de servicios de infraestructuras críticas esenciales, como las estaciones de ferrocarril de Bilbao, San Sebastián, Vitoria y Sevilla; o los puertos de Valencia y Castellón. También habrá militares en el apoyo al traslado de pacientes moderados entre hospitales y hoteles medicalizados en Madrid, el montaje de tiendas modulares para el triaje de pacientes en el Hospital Ramón y Cajal y el transporte aéreo de material sanitario para Ceuta y Melilla, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.

También continuarán con el mantenimiento diario y el servicio de urgencia en el campamento de IFEMA en Madrid para personas sin techo, además de colaborar en el montaje del segundo módulo de este albergue y prestar apoyo al hospital de campaña allí instalado con 5.000 camas.

Dos en Cataluña

Por otra parte, la Fiscalía ha abierto una investigación para determinar las circunstancias de la muerte de ancianos en residencias de Capellades y Olesa de Montserrat (Barcelona) afectados por coronavirus. El fiscal superior de Cataluña, Francisco Bañeres, ha dado orden a los fiscales de Manresa y Martorell -partidos judiciales donde pertenecen estas residencias- de que abran diligencias de investigación por estos casos. Se centrará en aclarar cómo ha sido la gestión de estos dos centros, focos de infección de coronavirus con 12 muertos en Capellades, y nueve en Olesa, y las circunstancias de las muertes.

La Fiscalía Superior de Cataluña también está controlando la actividad de las residencias de ancianos y ha solicitado información al Govern. Un total de 212 personas que han dado positivo por coronavirus viven en 70 residencias públicas y privadas de ancianos de Cataluña. En la comunidad hay 64.093 personas mayores que residen en 1.073 centros donde la Generalitat ha repartido 50.000 mascarillas y guantes.

Por otra parte, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), un ente con autoridad en este asunto, considera "contraproducentes" las declaraciones realizadas por autoridades sobre el hallazgo en residencias de mayores de ancianos fallecidos en sus camas, "ya que puede generar una opinión pública negativa y sesgada sobre la situación real de las residencias".

La pandemia del coronavirus ha provocado la saturación de las empresas funerarias, especialmente en Madrid, donde la imposibilidad de cumplir los plazos legales para inhumar a los difuntos por las centenares de muertes diarias ha obligado a convertir una pista de hielo en morgue. Es el símbolo de la saturación de los servicios con el 57 % de los fallecimientos concentrados en la Comunidad. Faltan mascarillas y equipos de protección individual para garantizar que las funerarias no se conviertan en nuevos focos de contagio. El colapso ofrece su rostro más duro en las residencias de mayores. Pero el tapón se da sobre todo en la incineración. Así, los dos crematorios de la capital funcionan las 24 horas pero no es suficiente para evitar demoras de "cerca de 2 o 3 días" en la quema de los restos, lo que provoca retraso en la entrega de las cenizas a los familiares. No hay aún un problema de capacidad en los cementerios aunque diariamente se suelan enterrar en Madrid a unas 50 o 60 personas y ahora la cifra supere las 200, solo por coronavirus. Por último, los velatorios no se celebran en el caso de los difuntos contagiados y en el resto se han limitado o también se han suspendido, según el territorio.