Usted dijo en torno al 15 de enero, cuando había una decena de casos en China, que la cosa “pintaba mal”. ¿Qué le hizo pensar así tan temprano?

Al haber un periodo de incubación de 14 días, se pueden hacer reglas matemáticas e imaginar que, si hay 10 casos, se deben multiplicar por cien para saber que realmente hay 1.000 casos. Aun con medidas para parar las contaminaciones, ya con diez casos era bastante tarde.

También dijo entonces que, al haber en China poca transparencia, los casos reales podrían ser entonces muchos más.

Podría ser. China es un país muy centralizado: todo pasa por Pekín. Y se puede imaginar que desde un punto de vista político creyeron que podían controlar la infección y que no había necesidad de notificarlo a la OMS.

El portavoz del Gobierno, Fernando Simón, dijo el 31 de enero que España no iba a tener “más allá de algún caso diagnosticado”, cuando ese día se registró el primer caso. ¿Se equivocaron los epidemiólogos?

Viendo lo que pasó en China, no se podía esperar que los casos fueran muy pocos, a menos que se pusiera una barrera de acero para impedir que el virus cruzara de un país a otro. Es un nuevo virus, no se conocía el modo de transmisión, y con los medios de transporte actuales una persona puede estar en China y el mismo día en Nueva York. Como no había alerta era casi seguro que el virus se expandiera. Es la misma polémica de ahora en Francia. Las autoridades sanitarias no hicieron buenos cálculos en el comienzo y pensaron que se podía controlar con medidas mucho menos drásticas que en China. Naturalmente, no es lo mismo tener un Gobierno democrático.

¿Dónde pondría el foco por la falta de medidas de contención? ¿En China? ¿En la OMS?

No hay que buscar responsabilidades ahora. Hay que afrontar la pandemia y buscar los mejores mecanismos para aprender de cara al futuro y evitar futuras pandemias. Con el caso de la gripe ya había medidas previstas, había un Plan Gripe para evitar la gripe española de 1918, pero no funcionó como debiera porque no se conocía el modo de transmisión de este virus.

Las autoridades sanitarias dijeron que era como una gripe estacional. ¿Faltó información?

Este virus es más contagioso y se adquiere más tempranamente. Puede tener un tiempo de incubación de tres días, que es muy poco. También hay que tener en cuenta que los virus evolucionan. Por eso se cambia cada año la vacuna contra la gripe, porque el virus que circula un año no es el mismo que el del año siguiente. Y este virus ha evolucionado sumamente rápido. Probablemente, ha sido menos agresivo en el comienzo, pero con el tiempo ha mutado a formas mucho más agresivas. El virus que infectó al primer paciente probablemente es menos infeccioso que el que está circulando en el mundo.

¿También es mayor el periodo de actividad?

Estudios completos sobre la persistencia de virus en superficies creo que se han hecho solo con el sida. Este coronavirus, aparentemente, puede quedarse activo en ciertas superficies hasta 3 o 4 días, lo cual es bastante para un virus.

¿El número de individuos que puede infectar un solo contagiado es también superior al de otros virus?

Sí. Hay que recordar que hay varios tipos de paciente. Hay pacientes asintomáticos. Al no estar enfermos, van a seguir teniendo contacto con muchos individuos. Se cree casi con certeza que estos asintomáticos transmiten el virus también por las vías respiratorias.

En Italia el paciente uno ha tenido una recaída.

Eso todavía está en controversia. No se sabe si una persona que está curada puede contraer el virus de nuevo. El tiempo ha sido sumamente corto y no conocemos la inmunidad a largo plazo. Puede ser que se trate de una reactivación, porque realmente no estaban completamente curados de la enfermedad, sino que tenían una replicación a bajo ruido, muy baja, que no se detectaba, aunque el virus seguía estando ahí, y en ciertas condiciones, al estar todavía reproduciéndose, puede exacerbarse. La otra alternativa es que estos pacientes se hayan reinfectado.

¿Habría que prohibir los mercados de animales de China?

Es un problema más profundo que se podría discutir largamente... En el fondo es un problema cultural. Por ejemplo, ¿a los españoles se les puede impedir consumir jamón crudo? A lo mejor, lo que habría que hacer es un control más importante de las carnes de los mercados.

Existe una teoría de la conspiración que sitúa el origen en el centro de virología de Wuhan. ¿Se puede crear en laboratorio?

Todo es posible, pero las condiciones de seguridad biológica y bacteriológica de estos laboratorios son extremadamente estrictas. Entre Estados Unidos, Europa y Asia hay diferencias de seguridad, pero son lo suficientemente estrictas como para impedir ese tipo de fenómenos. Pero nada se puede excluir al cien por ciento.

¿Qué opina del Reino Unido, que hasta hace poco solo aconsejaba evitar aglomeraciones?

El número de casos sigue aumentando en una curva similar a la de los otros países europeos. No tienen tantos casos como en Italia o España, pero si vemos las curvas al comienzo son casi idénticas. Lo que hace el Reino Unido se conoce como inmunidad de grupo. Es lo que se busca con una vacuna. Con las vacunas debemos tener vacunados al 85% para que el otro 15% esté protegido. En cuanto al Reino Unido, sí se sabe que cierto sector de la población no va a estar muy afectado, se deja que se infecte, desarrolle inmunidad contra el virus y proteja al resto de la población. Pero usted me hizo una pregunta muy importante antes, sobre la reinfección y la inmunidad a largo plazo. Es un virus del que no conocemos casi nada. No sabemos si vamos a tener inmunidad a largo plazo, si esas personas se pueden reinfectar e infectar a otros. Lo del Reino Unido es una lotería. Se verá.