Aprendemos en casa. Es el nombre y la filosofía del programa que desde esta semana emite RTVE a través de La 2 y Clan. Los lunes, Matemáticas- el primero; los martes, Ciencias Sociales (hoy); los miércoles, Educación Física y Educación Artística; los jueves, Lengua e Idiomas y los viernes, Ciencias Naturales. Es el calendario escolar online del espacio que, diseñado para un mes por el Ministerio de Educación y FP, pretende superar la brecha digital que dificulta a los alumnos un aprendizaje reducido por la emergencia sanitaria a la pantalla del ordenador. En Canarias la propuesta se considera "positiva" pero con matices en contra desde la metodología o la homogeneización de las materias a no atender a la diversidad.

Serán 300 horas de contenidos para los 9,5 millones de alumnos de Primaria y ESO, de 6 a 16 años, del país. A todos aunque ya se ha comunicado a los centros, también a los canarios, que "está destinado a los estudiantes de familias más vulnerables y que, por tanto, carecen de recursos para seguir las actividades online que proporcionan la mayoría los docentes".

La iniciativa ha encontrado oposición en las islas de entrada. Por ejemplo, después de la primera emisión el grupo denominado Otra Educación matemática es posible ha distribuido un documento en redes sociales para realizar la queja ante RTVE por, entre otras cosas, "la falta de la mínima calidad didáctica". José Juan Cruz, director y docente del CEIP Castro Fariñas de Tacoronte, tiene, por contra, una opinión favorable: "La idea que proponen de la televisión es una muy buena, la aplaudo" porque "tenemos muchos medios para llegar al alumnado pero solo de las familias que tienen internet".

Considera que supone una ayuda para aquellos que carecen de conexión. Cruz opina que "desgraciadamente esta situación nos ha pillado a contrapié". Insiste en que no todas las familias tienen conexión a internet ni posibilidad de hacer el trabajo que mandan desde los centros. Resume que la televisión llega a todos los hogares y es una "buena herramienta" para aquellas familias que no pueden acceder a la información por las vías programadas.

Juan Pablo Lojendio, por su parte, es docente de Historia y Valores Éticos en el IES Benito Pérez Armas de Santa Cruz. Valora "una idea positiva de partida pero "con limitaciones y bastantes errores, sobre todo en lo metodológico y didáctico".

Condiciones adecuadas

Se pregunta dónde están viendo el programa los alumnos porque "una clase debe reunir condiciones". "Con distracciones en el receptor el rendimiento no puede ser bueno". Echa de menos la interactuación profesor-alumno que es fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje, Y didácticamente, añade, "el docente tiene que ser muy bueno y no todos lo son ni lo pueden ser."

Asimismo, reflexiona, "carece de una metodología que posibilite un mayor interés para que los alumnos sigan este tipo de clases. Si comparamos la propuesta televisiva con las clases de algunos profesionales en youtube, lo normal es que salga perdiendo".

Por último, Lojendio coloca en el debe del programa la disparidad de contenidos según cada comunidad autónoma, "por lo que si no son muy generales, aclara, no serán válidos para todos los alumnos que sigan el programa, sobre todo en los niveles superiores". Reclama este profesor, con experiencia en la gestión, que al comienzo del curso en todos los centros educativos se ofrezca una formación básica digital. Cómo utilizar el correo, capturas de pantallas, alinear un texto o el uso didáctico del móvil.

"Muchos no saben ni lo que es La 2"

"Valoro el esfuerzo del Ministerio por habilitar contenido pedagógico en los canales públicos de TV, así como el de la Consejería al facilitar a los profesores una herramienta para las vídeoconferencias". Lo asegura Albano de Alonso, director y docente del IES San Benito de La Laguna. Sin embargo, es contundente: "En Secundaria hay que reconocer que muchos adolescentes no saben ni lo que es La 2 y si lo saben no les interesa. Sin embargo, desde muy pequeños se manejan con herramientas como YouTube o Netflix, que forman parte de sus centros de interés". Estima que la programación de Aprendemos en casa "parece estar diseñada para un perfil de alumnado homogéneo sin dar respuesta a la diversidad". Considera que las emisiones deberían aparecer signadas y subtituladas. También cree que los docentes deberían tener acceso previo a los contenidos que van a emitirse para adaptar sus clases a los mismos y se permita la comunicación profesor-alumno.