La llegada de la esperada primavera se ha visto entristecida este año por el maldito coronavirus que ha obligado a los seres humanos al confinamiento en sus domicilios sin poder disfrutar de sus excelencias. Esta estación, que también ha venido regada por la lluvia, ha comenzado a las 4.50 horas (hora oficial peninsular) de ayer viernes y durará 92 días y 18 horas, dando fin el 20 de junio con el comienzo del verano. Durante esta estación se producirá el cambio de hora y se podrá ver un eclipse de luna.

Según informa el Observatorio Astronómico Nacional del Instituto Geográfico Nacional (OAN-IGN), dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, el inicio de las estaciones viene dado, por convenio, por aquellos instantes en que la Tierra se encuentra en unas determinadas posiciones en su órbita alrededor del Sol.

En el caso de la primavera, esta posición se da cuando el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el norte. El día en que esto sucede, la duración del día y la noche prácticamente coinciden. A esta circunstancia se la llama también equinoccio de primavera. En el momento en que en el hemisferio norte empieza la primavera, en el hemisferio sur comienza el otoño.

Así, el inicio de la primavera es la época del año en que la longitud del día se alarga más rápidamente. A las latitudes de la Península, el Sol sale por las mañanas más de un minuto antes que el día anterior, y por la tarde se pone más de un minuto después. Como consecuencia, al inicio de la primavera, el tiempo en que el Sol está por encima del horizonte aumenta casi tres minutos cada día.

Nuevo ciclo solar. La actividad del Sol se caracteriza por la presencia en su superficie de manchas, fulguraciones y protuberancias, y en la Tierra se aprecia en alteraciones en la propagación de las ondas de radio y en una mayor presencia de auroras polares.

Esta actividad sigue un periodo de aproximadamente 11 años, y está asociada al ciclo magnético del Sol. Actualmente, la Tierra se encuentra en el ciclo solar número 24 que comenzó en diciembre de 2008 y alcanzó su máximo en abril de 2014.

Según las estimaciones realizadas por NOAA y Space Weather Prediction Center, durante el invierno el número de manchas solares alcanzará valores entre 0 y 12. Las predicciones apuntan a que durante el año 2020 terminará el ciclo 24 y comenzará el 25.

Eclipses. Esta primavera dejará, el 5 de junio, un eclipse penumbral de luna que será visible en Europa (incluida España), África, Asia y Australia. El inicio del eclipse de penumbra tendrá lugar a las 17.48 horas UTC (18.48 horas en España) y será visible en Oceanía, Asia y África oriental. El eclipse terminará a las 21.04 horas UTC (una hora más tarde en la Península Ibérica), siendo visible en sus últimas fases en Oceanía occidental, Asia, Europa, África y el extremo oriental de Sudamérica.

Cambio de hora. El horario de verano dará inicio el último domingo de marzo. Así, a las 2.00 horas de la madrugada (hora peninsular) del 29 de marzo, se adelantará el reloj hasta las 3.00 horas. Ese día tendrá una hora menos.

Lluvia de meteoros. La primavera también acogerá, como todas las épocas del año, varias lluvias de meteoros. Las dos más importantes de la primavera serán las líridas y las eta acuáridas.

Las líridas tienen una tasa media de actividad de 18 meteoros por hora, y una velocidad de 49 kilómetros por segundo durante varios días. A pesar de ser una lluvia de meteoros “discreta”, según indica el OAN-IGN, algunos años la tasa de actividad se incrementa a más de cien meteoros por hora, pero es difícil predecir en qué año se producirán estos “estallidos”. En cualquier caso, el 2020 será un año “excelente” para la observación de las líridas, ya que su momento de máxima actividad (hacia el 22 de abril) será un día antes de la luna nueva (el novilunio tendrá lugar el día 23 de abril).

Por el contrario, 2020 será un “mal año” para la observación de las eta acuáridas, ya que la luna, que estará llena el día 7 de mayo, dificultará la observación de la lluvia de estrellas en su máximo, que se dará el 6 de mayo. Los meteoros de las eta acuáridas tienen una tasa de actividad de entre 40 y 85 meteoros por hora y una velocidad “bastante alta”, unos 66 kilómetros por segundo. Por otro lado, la primera luna llena de la primavera se dará el 8 de abril, dándose las siguientes el 7 de mayo y el 5 de junio.