La situación en los observatorios del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) debido a la pandemia del coronavirus es, de momento, similar a la de un parón invernal, ha comentado a Efe el administrador del complejo de Roque de los Muchachos, en La Palma, Juan Carlos Pérez.

Distinto sería si esta situación se prolongase, pero ahora lo principal es la salud, reconoce Pérez, quien señala que algunos telescopios han cerrado en el Roque de los Muchachos, ya que los investigadores extranjeros no pueden llegar a La Palma por las medidas que se han adoptado al declarar el estado de alarma.

La situación en el vecino Observatorio del Teide, en Tenerife, no es cómoda, en palabras de su administrador, Miquel Serra-Ricart, si bien está operativo prácticamente al cien por cien, ya que casi todos los telescopios son robóticos y se pueden operar desde cualquier lugar del mundo. Pero el panorama, insiste, no es sencillo, porque todos saben que si algo se rompe ahora, difícilmente lo podrán reparar.

En La Palma, siguen en actividad los telescopios robotizados, explica su administrador, pero los grandes, como Grantecan, el William Herschel y el Nacional Galileo no lo son y hay más inconvenientes. Juan Carlos Pérez detalla que algunos telescopios operan en "modo servicio", lo que quiere decir que lo hace funcionar un astrónomo local de la institución a la que pertenece la infraestructura.

Otros lo hacen en modo restringido, de manera que un astrónomo se encarga de la operación en nombre de otro, algo que sucede en el Nórdino y en el Galileo, mientras que con el Grantecan se pretende que opere en modo remoto, para lo que se está trabajando con la intención de que se pueda "manejar" desde una sala de control.

También apunta Juan Carlos Pérez que en el Observatorio del Roque de los Muchachos se mantiene la actividad "mínima imprescindible", ya que si bien los telescopios no están abiertos, tienen instrumentación sensible, como detectores que se pueden calentar, por lo que es preciso que haya algún técnico de mantenimiento. El administrador del Observatorio del Roque de los Muchachos indica que, si bien se está produciendo un perjuicio científico, no es algo catastrófico, y, de momento, utiliza el símil de que un mes de mal tiempo en invierno produce los mismos efectos.

Durante estos días en la cumbre de La Palma hay siete personas para atender las necesidades del Observatorio del Roque de los Muchachos, de las que cuatro pueden pernoctar.

El administrador del Observatorio del Teide, Miquel Roca-Ricart, destaca que el Instituto de Astrofísica de Canarias tiene buenos sistemas tanto de comunicación como de fibra y de ordenadores, y añade que el área de investigación está acostumbrada a trabajar de forma remota. De momento, todo funciona de manera correcta en el Observatorio del Teide, donde prácticamente todos los telescopios son robóticos y se pueden manejar desde cualquier lugar del mundo, subraya Roca-Ricart.

En las instalaciones del Observatorio del Teide hay una persona de día y otra de noche y se ha cerrado la cocina para evitar posibles contaminaciones, y los telescopios se mantiene operativos casi todos, por lo que su administrador es optimista.

Comenta que las condiciones para la vida del coronavirus no son las óptimas en los observatorios, ya que la falta de humedad que hay a la altitud en la que están ubicados, más de 2.300 metros, no es lo mejor para él, ya que los virus se mueren muy rápido en esas condiciones.

Aunque los telescopios estén en funcionamiento, siempre tiene que haber alguien cerca por si se produce un fallo mecánico o eléctricos, o por si es preciso cerrar la cúpula por la presencia de calima, por ejemplo, agrega el administrador del Observatorio del Roque del Teide. Serra-Ricart espera que pronto baje el pico de la curva del coronavirus y, aunque no sea "de golpe", se salga de las medidas impuestas por el Gobierno para frenar su propagación y se vuelva a la normalidad poco a poco.