Unas 25.000 personas pueden padecer narcolepsia, aunque la mayoría no conocen su diagnóstico, calculan que aproximadamente entre el 60 y el 80% de los pacientes, según señala la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo, hoy, del Día Europeo de la Narcolepsia.

La narcolepsia es una enfermedad neurológica caracterizada por somnolencia diurna excesiva, cataplejía, parálisis del sueño, sueño nocturno perturbado y alucinaciones antes del dormir o despertar, aunque solo un 50 a 60% de pacientes presentan todos los síntomas característicos de esta enfermedad. Se produce como consecuencia de una anormal regulación del ciclo vigilia-sueño, debido a la pérdida de las neuronas que sintetizan la hipocretina. La razón de esta pérdida de neuronas es aún desconocida.

Aunque un 40 a 50% de casos, los primeros síntomas de esta enfermedad aparezcan en la adolescencia, "no es hasta la edad adulta, cuando los síntomas se hacen más patentes, cuando los pacientes son diagnosticados", explica el explica el doctor Carles Gaig, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología.

Por otro lado, la demora diagnóstica de la narcolepsia desde el inicio de los síntomas es algo superior a los 10 años, según un reciente estudio realizado en la Comunidad de Madrid y presentando en la última Reunión Anual de la SEN. No obstante, esta situación se da, sobre todo, en aquellos casos con síntomas leves o cuando los pacientes padecen otro trastorno del sueño más evidente, ya que hasta un 60% de los casos de narcolepsia padecen, además, otro trastorno del sueño. Y es principalmente cuando los pacientes ven que estos síntomas tienen repercusiones en el trabajo (40%), en el ámbito escolar o académico (23%) o en el ámbito laboral (20%) cuando deciden consultar su enfermedad. Se sabe que aproximadamente el 50% de los pacientes han vivido una situación de importante estrés emocional. Son varios los estudios epidemiológicos que han identificado algunos factores ambientales o infecciosos podrían actuar como precipitantes de la enfermedad en pacientes genéticamente predispuestos", explica el experto.