Más dinero para poder hacer una mejor Universidad de La Laguna. Es la esencia del discurso de la rectora del centro académico, Rosa Aguilar, en su primer Día Institucional en el cargo. La fecha en la que la ULL cumple años, en esta ocasión 228. El acto conmemorativo en el Paraninfo reúne a lo más granado de la sociedad tinerfeña y de la comunidad educativa. Se premia un año de esfuerzo por parte de los alumnos; el final de toda una vida profesional, en el caso de los jubilados, y una trayectoria personal unida a la ciencia y a su templo en Canarias.

¿Y el coronavirus?, dirán ustedes. Pues presente, era inevitable. En todos los corrillos y en el discurso de la rectora quien al inicio habla de "momento de incertidumbre por una crisis sanitaria que está desbordando nuestra tranquilidad". Y valora: "No caigamos en bulos ni histerismos y, sobre todo, sigamos las instrucciones de los que saben".

Aguilar apela en el eje de sus palabras a los representantes políticos para que sigan invirtiendo en la educación superior: "Luchemos para que los que menos tienen se vean fortalecidos en el sistema universitario público, renovemos nuestras plantillas y no perdamos talento. Por lo tanto, hagamos de las dos universidades públicas canarias centros de vanguardia del conocimiento".

Alude la rectora a los riesgos de tener una universidad mal financiada: no mitigar la brecha social entre estudiantes, ni investigar, fortalecer y renovar su cuerpo docente, ni internacionalizarse, ni ser competitiva ni, en suma, tener futuro. "Desperdiciaría su talento y perdería a los investigadores senior que se van jubilando sin capacidad para dar entrada a nuevos valores", resume.

Recuerda el premio al Mecenazgo que se entrega al Cabildo -lo recoge su vicepresidente, Enrique Arriaga- y agradece su apoyo constante. En esta línea valora el equipo humano de la institución con alusión a "los que nos dejaron en 2019". Estos últimos fueron recordados in memoriam a través de un vídeo mientras que otro, ambos realizados por el Gabinete de Comunicación, resumía todo lo realizado por, para y desde la ULL el año pasado.

La primera parte de la ceremonia reconoce a los seis miembros del personal docente e investigador y a los dos del de administración y servicios jubilados durante el último año. En representación del primer colectivo habla Gonzalo Lozano Soldevilla. Por parte del PAS toma la palabra Alberto Brito Delgado. Sentimiento y emoción de quienes consideran la ULL su casa. El profesor Lozano ha pasado aquí 46 años de su vida.

La actuación musical a cargo de Jairo Cabrera y Fernando Cruz, componentes de Los Sabandeños, supone un paréntesis de reposo en una intensa velada.

La rectora cierra la gala conducida con acierto por el profesor del Departamento de Derecho Constitucional, Ciencia Política y Filosofía del Derecho Antonio Adelfo Delgado Núñez.

La vuelta al discurso de Aguilar permite adivinar un cierto punto de orgullo: "Una institución como esta tiene inercia para rodar sola porque es mucho lo que se genera dentro". Aunque, rápidamente. apunta: "Pero ninguno queremos eso sino transformarla día a día y sacar todo el potencial que tienen nuestros profesionales".

Aguilar subraya que trabajan para lograr la modernización imprescindible con vistas a transformar la sociedad del entorno, la canaria. Valora en esta línea las nuevas formas de relación con los estudiantes para crear comunidad.

Cita ejemplos de la labor del equipo humano con el que ganó las elecciones en mayo del año pasado. La gran plataforma de buen gobierno donde se podrán ver los proyectos institucionales; una aplicación para acceder a través de dispositivos móviles a los servicios y el reciente Plan de Organización Docente del próximo curso.

Igualdad de oportunidades. Algo que "sólo ofrece la universidad pública", según Aguilar. Pero, explica, "mal financiada corre el riesgo de no lograr romper esa brecha social". Además de no poder ser un centro competitivo y de desperdiciar todo su talento. Esboza el problema de una plantila envejecida cuyos miembros se van jubilando sin renovación. Y se dirige a los políticos para que ayuden a través de una correcta financiación a hacer de las universidades públicas canarias "centros de vanguardia del conocimiento".

La rectora concluye con su apuesta por una universidad diferente a la del siglo XX porque "hay un cambio de paradigma, nos exigen servicios y respuestas inmediatas, demandan experiencias personalizadas con la administración, no entienden de colas ni demoras y, sobre todo, no comprenden que no se les responda".