Corea del Sur es el cuarto país del mundo en número de casos confirmados por coronavirus. Sin embargo, apenas hace una semana era el segundo tras China con unos 6.300 casos y más de 40 muertes. El segundo mayor brote por coronavirus del mundo que ha tenido que tomar medidas "máximas" para contener la propagación del Covid-19. Los casos se multiplicaban hace casi un mes y actualmente se han reducido significativamente.

Las herramientas digitales se han convertido en una de sus principales armas. Con el fin de intentar evitar que la expansión del virus siguiera escalando por millares, han utilizado una app de móvil para monitorizar a los ciudadanos en cuarentena. Creada por el Ministerio de Seguridad de Corea del Sur facilita que las personas que se encuentren en cuarentena domiciliaria puedan mantenerse en contacto con los trabajadores sociales e indicar las novedades de su estado. La combinación de la información registrada por la aplicación con la geolocalización de sus datos ha permitido a sus usuarios, solo está disponible en Android de momento, a gestionar el número de casos. Actualmente hay confirmados 7.869 positivos por coronavirus mostrando la efectividad de las medidas tomadas en el país oriental.

Las indicaciones son sencillas. Cualquier persona que haya entrado en contacto, haber estado a menos de dos metros, con un portador del coronavirus confirmado tiene que pasar una cuarentena de dos semanas en su casa. En el caso de que se produzca ese contacto tiene que estar aislado en su zona de cuarentena, separado incluso de sus familiares. Los funcionarios mantendrán un contacto telefónico dos veces al día con la persona para registrar su situación, o recoger muestras en el caso de que su estado empeore.

Geolocalización y mensajes de móvil

En el caso de que no cumpla la cuarentena será detectado por el GPS del móvil que enviará la alerta tanto al paciente como a la persona encargada de su caso. El "paciente 31" fue un ejemplo de caso negligente. No quiso hacerse la prueba, mantuvo su vida habitual, entre sus actividades se incluye comer en un bufé e ir a misa. La mayor concentración de personas infectadas se produce en la región del paciente y de la iglesia en la que asistía a misa. Los ciudadanos también reciben en sus móviles mensajes informándoles de nuevos casos de infección cercanos.

App en China

Las medidas en China probablemente no se aceptarían en el mundo occidental. Todas las personas que acuden a trabajar, o a un local público tienen que mostrar el código de salud que indica su teléfono. Al entrar al establecimiento, o empresa, abren la app móvil también creada por el Gobierno y muestran un código QR que genera la pantalla. Este código tiene que ser de color verde para poder entrar en un restaurante, o puesto de trabajo. En el caso de que el color sea rojo es obligatorio avisar a las autoridades y si el color es ámbar es necesario registrar la temperatura de la persona.

La aplicación no es inteligente por sí sola, requiere la participación de los ciudadanos que deben de introducir sus datos personales, síntomas, ciudades que han visitado, etc. Una mezcla de datos que geolocaliza y alimenta un sistema de información que busca reducir la propagación del Covid-19 en el país que se inició y que ha dado por superado el pico de transmisiones de la infección en el país. Aunque la picaresca existe en el gigante oriental, o se han publicado informaciones indicando la negligencia de las personas que tienen que comprobar estos códigos, el sistema parece estar funcionando.