El productor de cine Harvey Weinstein fue condenado por un juez a 23 años de prisión por agresión sexual y violación y previsiblemente será trasladado a una prisión de máxima seguridad. El jurado del caso ya encontró el mes pasado a Weinstein, quien se convirtió en un emblema del movimiento #MeToo después de que varias mujeres le acusaran de acoso o ataque sexual cometidos a lo largo de los años, culpable de abuso sexual a la asistente de producción Miriam Haley y por violación a Jessica Mann, que quería ser actriz.

Weinstein, de 67 años, le pidió al juez de la Corte Suprema del estado de Nueva York, James Burke, una rebaja de la condena, apelando a su edad y a problemas de salud. Durante su intervención ante el tribunal momentos antes de conocer la condena, Weinstein alertó de una "crisis" en Estados Unidos que comparó con la era McCarthy. "Estoy preocupado por este país, estamos atravesando una crisis que comenzó básicamente conmigo. Fui el primer ejemplo y ahora hay muchos hombres acusados de abuso, algo que creo que ninguno de nosotros entendió", señaló, tal y como recoge Europa Press de Bloomberg.

El productor insistió en que no hay "un ambiente adecuado" para un juicio justo en Estados Unidos. "Todos están en algún tipo de lista negra. Yo no tenía poder con Miramax, era una pequeña empresa y no podría haber abusado de nadie", lamentó. El abogado de Weinstein aseguró que no ha habido un juicio justo y que se trata de una sentencia "severa" con "una larga lista de acusaciones sin fundamento que no han sido examinadas". El antaño todopoderoso magnate de Hollywood se enfrentaba por esta condena a una sentencia que iba de un mínimo de cinco años hasta un máximo de 29. El juez James Burke, que presidió el juicio, escuchó las declaraciones de Weinstein y de las dos mujeres que lo acusaron de agredirlas antes dar lectura a la sentencia.

"Agradecemos al tribunal por imponer una sentencia que pone sobre aviso a los depredadores sexuales y parejas abusivas en todos los segmentos de la sociedad", afirmó el fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance en un comunicado en el que también agradeció a las víctimas "sus notables declaraciones de hoy y su indescriptible coraje durante los dos últimos años".

Aunque su conducta como depredador sexual era un secreto a voces que Hollywood calló durante años, el lado oscuro de Weinstein salió a la luz en 2017 con los artículos de investigación de New York Times y New Yorker que destaparon las agresiones y recopilaron el testimonio de decenas de víctimas. El fiscal de distrito de Manhattan Cyrus Vance Jr. presentó cargos contra el productor un año después.

Gran apetito sexual

En su juicio, el equipo de defensa de Weinstein trabajó para convencer al jurado, compuesto por siete hombres y cinco mujeres, de que su cliente era solo un hombre de gran apetito sexual que mantuvo relaciones consensuadas con muchas mujeres que lo utilizaron como trampolín para lanzar sus carreras. De hecho, en relación a las dos víctimas de los delitos de los que ha sido condenado, los abogados de Weinstein, dirigidos por la veterana letrada Donna Rotunno, argumentaron que Haley continuó comunicándose de forma muy afectuosa con el productor en diversos correos electrónicos y que Mann mantuvo su relación con él durante años. En su alegado, la defensa presentó a Weinstein como la gran víctima de todos los ataques desatados a raíz de movimientos como #MeToo o Time's Up. Pero finalmente prevaleció sobre el jurado el relato de la Fiscalía, que llamó a declarar no solo a las víctimas de estos dos delitos, sino también a otras de las mujeres presuntamente agredidas por Weinstein o que habían sufrido sus pérfidos comportamientos y sus intentos de aprovechar su posición de poder para lograr relaciones sexuales. Concretamente, alegaron otros 16 casos de acoso sexual y agresión por los cuales Weinstein nunca fue acusado y citaron numerosas otras cuentas de violencia e intimidación.

El jurado encontró a Weinstein culpable de forzar a Haley, que trabajó para él como asistente de producción, a mantener sexo oral en 2006 y de violar a Mann, una aspirante a actriz, en 2013. Fue absuelto de dos cargos de agresión sexual depredadora, delito conllevaba la cadena perpetua.