Un centenar de huéspedes, según el Cabildo de Tenerife, que ha permanecido en cuarentena hasta el día de ayer ha decidido ampliar su estancia en el H10 Costa Adeje Palace, algunos, como señaló el director del alojamiento, Jesús Oramas, lo han hecho hasta por otros seis meses "porque se sienten seguros".

De hecho, el alojamiento no va a detener la actividad ni un solo día. "Mañana [hoy] ya recibiremos nuevos clientes", afirmó el director. Serán concretamente 50 más, según el gobierno insular. Oramas dedicó un momento para dirigirse al equipo sanitario y felicitarles por haber sido "un ejemplo para Canarias". "En mi equipo hay mucha sensibilidad, ibas por los pasillos y los clientes te abrazaban, llorábamos juntos y nos animaban", destacó.

La apertura de "las puertas después de este encierro" ha sido posible gracias a los intensos trabajos de desinfección que se han llevado a cabo en todo el complejo hotelero. Las labores de limpieza se han realizado a través de los equipos certificados por el Servicio Canario de la Salud, que tienen competencias para realizar limpiezas en "ambientes con gérmenes", como señaló la directora médica, Clara Gironés.

Para las habitaciones en las que han permanecido aislados las personas que han dado positivo por Covid-19 en el hotel -seis italianos del mismo grupo de turistas- "se ha realizado una limpieza especial". De hecho, la higiene ha estado muy presente en los últimos días en todo el alojamiento. Liderados por los más pequeños, que se han convertido en "verdaderos embajadores de salud", los turistas y trabajadores han recibido continuamente información para un correcto lavado de manos. "Algunos incluso se han puesto en contacto con sus compañeros en sus países para mostrárselo", explicó Gironés.

2.000 euros en propinas

Es una de las muchas anécdotas que se han generado dentro del hotel en los últimos catorce días y que, incluso, se ha materializado en una recaudación de propinas para los trabajadores que asciende a 2.000 euros. "La iniciativa comenzó desde los niños", explicó Oramas, que señaló que cuando los pequeños instalaron una pequeña caja de cartón para que los huéspedes pudieran depositar mensajes de apoyo, nadie se esperaba que acabara convirtiéndose en un bote de recaudación. El director ha puesto este dinero en manos de los trabajadores que, a su vez, han decidido destinarlo a una ONG.

"No lo han querido aceptar sino devolverlo a las personas que más lo necesiten", señaló Oramas, que destacó el trabajo realizado para "estar cerca de los clientes" y lograr que "lo pasaran lo mejor posible. "Hemos roto el miedo al Covid-19, conseguimos que los clientes se sintieran agusto y protegidos", concluyó.