El Ibex 35 se dio la vuelta ayer tras un inicio de jornada esperanzador y finalizó la sesión de nuevo en rojo, perdiendo la cota de los 7.500 puntos, en un escenario marcado por la guerra del petróleo y el impacto económico del coronavirus. Tras el lunes negro, que se saldó con una caída de las bolsas de en torno al 7%, el selectivo español mantuvo ascensos superiores al 3% en la primera mitad de la jornada bursátil. Sin embargo, a partir de las doce del mediodía comenzó a desinflarse y finalmente cerró con una caída del 3,21%, hasta los 7.461,5 puntos.

Los inversores estarán atentos esta semana a la reunión del Banco Central Europeo (BCE) y a su decisión sobre los tipos de interés para hacer frente al coronavirus, después de la decisión por sorpresa de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos de bajar medio punto los tipos de interés.

De hecho, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pedirá al Congreso que apruebe una rebaja de las retenciones en las nóminas de los trabajadores para aliviar las consecuencias económicas que pueda provocar el brote del nuevo coronavirus y combatir así el absentismo laboral por el temor a contraer la enfermedad. En este escenario, lograron cerrar en positivo valores como Mediaset (+2,14%), Repsol (+1,62%), Mapfre (+1,58%), MásMóvil (+1,08%), Bankinter (+0,86%), Siemens Gamesa (+0,85%), CIE Automotive (+0,37%) e IAG (+0,25%).

Las mayores caídas

Por el contrario, las mayores caídas de la sesión las protagonizaron Sabadell (-7,16%), Acciona (-6,67%), Iberdrola (-5,62%), Colonial (-5,15%), Enagás (-5,15%), Cellnex (-4,68%), Inditex (-4,66%) y ACS (-4,64%). En cuanto al resto de bolsas europeas, Londres conseguía cerrar en verde, con un avance del 0,23%, al contrario que París (-1,51%), Fráncfort (-1,41%) y Milán (-3,28%).

Asimismo, el precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, cotizaba al alza y se situaba en los 36,6 dólares, mientras que el Texas se colocaba en los 33,4 dólares, tras el descalabro del lunes. La prima de riesgo española se ampliaba a 112,8 puntos básicos, máximos desde abril, con el interés exigido al bono a diez años en el 0,338%, mientras que la cotización del euro frente al dólar se situaba en 1,1326 dólares. Según Goldman Sachs, los bancos del viejo continente verán caer sus beneficios en unos 30.000 millones de euros entre 2020 y 2023, lo que supone alrededor de un 7% de las ganancias del sector, como consecuencia del impacto del brote del coronavirus, incluyendo un impacto negativo de 16.000 millones para las entidades de la zona euro, de los que aproximadamente 3.900 millones corresponderían a los bancos de España y Portugal.

"Incorporamos los pronósticos macro más recientes de nuestros economistas, reflejando en nuestras estimaciones un impacto más prolongado del brote de Covid-19 en Europa", señalan los analistas del influyente banco de Wall Street. En este sentido, Goldman Sachs considera que los principales factores responsables de esta peor evolución de los resultados de la banca europea serán el mayor riesgo de crédito y las peores perspectivas de ingresos, mientras que los costes se mantendrán prácticamente estables.

En concreto, el grupo bancario prevé un impacto negativo en el beneficio de la banca europea de 10.400 millones de euros en 2020, que pasaría a ser de 7.900 millones en 2021 y de 6.000 millones en 2022, para reducirse hasta los 5.900 millones de euros un año después.

40.400 millones

Asimismo, la entidad estadounidense anticipa un impacto negativo de unos 40.400 millones entre 2020 y 2023 en los ingresos del sector en Europa. En este sentido, en 2020 la cifra de negocio de la banca se vería reducida en unos 8.100 millones y en 10.900 millones un año después, con un impacto negativo de 10.500 millones en 2022 y de 10.900 millones en 2023. En el caso de la banca de la zona euro, las previsiones anticipan un impacto negativo de 16.000 millones de euros en el horizonte analizado.