Adela confiesa estar "preocupada porque gestionar una situación así es muy difícil". Como italiana entiende que se debería "concienciar más" y aprender del ejemplo del otro lado del Mediterráneo. Hacer entender a los estudiantes que no es tiempo de ocio sino de sacrificios para limitar el daño. E invitar a hacer "sólo lo indispensable fuera de casa". Aprecia cierta psicosis porque "en el supermercado ves personas emparanoiadas que compran cantidades industriales de cosas". Opina que "los consejos genéricos son insuficientes y la población no debería acudir a los sitios de aglomeración de gente". Aprecia cierto desabastecimiento desde la tarde-noche del lunes. Su intención es "estar en casa lo máximo posible estos quince días".