Las autoridades sanitarias chinas informaron ayer de un mínimo de nuevos positivos por el coronavirus, el mismo día en que el presidente del país asiático, Xi Jinping, se desplazó a la ciudad de Wuhan, epicentro del brote y en cuarentena desde enero.

Se trata de la primera visita del Jefe del Estado chino a la zona, a la que acudió "para inspeccionar el trabajo de prevención y control del nuevo coronavirus", cuya cifra de víctimas mortales alcanzó ayer los 3.136 en China.

Protegido con una mascarilla, Xi se reunió con trabajadores sanitarios, realizó una teleconferencia con enfermos y visitó uno de los hospitales provisionales.

Xi ha prometido "luchar hasta la victoria en la guerra contra el brote del nuevo coronavirus", instando a realizar "firmes, sólidos y meticulosos esfuerzos de prevención y control para defender Hubei y Wuhan", la provincia y ciudad más afectadas en el país. .

Asimismo, las imágenes de la televisión estatal mostraron al mandatario charlando con algunos residentes de Wuhan, donde la Comisión Nacional de Sanidad ubicó a todas y cada una de las 17 nuevas víctimas mortales registradas en su último parte.

El desplazamiento de Xi para animar a sus compatriotas podría interpretarse como una señal de que el fin de la epidemia está más cerca, si bien es cierto que se produce después de varios días de reducción de los nuevos contagios.

De otra parte, el número de fallecidos a causa del derrumbe de un hotel de cinco plantas designado como lugar de atención a enfermos del coronavirus en la ciudad china de Quanzhou (este) ha ascendido a 20, según confirmaron las autoridades del país.