"El feminismo será revolución o no será". Este fue uno de los lemas utilizados durante la manifestación del 8 de marzo en la capital tinerfeña, en la que más de 15.000 personas reivindicaron los derechos de las mujeres marchando por las calles de la ciudad. Los cánticos y los originales lemas acompañaron a las mujeres y también hombres que se sumaron al recorrido con el objetivo de luchar contra la desigualdad.

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La marea violeta comenzó a concentrarse en la plaza Weyler poco antes de las 17:00 horas y aunque al principio se llegó a pensar que la asistencia iba a ser menor a la de años anteriores, poco a poco fueron reuniéndose cada vez más personas, que consiguieron mantener las cifras de la pasada edición.

Sin embargo, para Aida Morales, miembro de Jaira Feministas del Norte de Tenerife, "lo importante no es el número sino el proceso colectivo que hacemos durante todo el año". Por eso, esta asociación fundada hace tres años, lleva calentando motores desde hace varios días, con la celebración de diferentes actos en localidades del Norte.

Esta joven, que acudió a la manifestación acompañada por muchas compañeras desde La Orotava, aseguró que la asistencia a los actos de este domingo tenía mucha importancia porque "tiene que haber un colectivo que no de ni un paso atrás contra el machismo, el patriarcado y el modelo económico".

Poco después de las 17:00 horas arrancó la manifestación, que nada más empezar tuvo que sortear su primer obstáculo, un coche de la policía averiado que retrasó unos minutos la marcha.

Cascos, pelucas o banderas, cualquier elemento de color morado era una buena opción para identificarse con los valores de este colectivo y salir a la calle en un día en el que las mujeres son protagonistas. De la misma manera, tambores, silbatos o incluso sartenes y calderos también se convirtieron en herramientas para no pasar desapercibidas por las calles de la ciudad.

Encabezando la manifestación se encontraba la pancarta de la Plataforma Feminista 8M Tenerife, cuyas integrantes no dejaron de animar durante todo el recorrido y de lanzar consignas que siguieron las participantes. "¡Qué viva la lucha de las mujeres!", "¡Contra el patriarcado y su violencia, ahora y siempre autodefensa!" o "De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste", fueron algunos de los cánticos que no pararon de sonar mientras la manifestación discurría por las calles de Méndez Nuñez y El Pilar. Tampoco pudo faltar el ya instaurado "Manolo la cena te la haces hoy solo", que se ha convertido en un clásico de esta manifestación en la ciudad.

En la manifestación del 8M también participaron otros colectivos como sindicatos, partidos políticos y asociaciones, además de miles de personas que no dudaron en salir a la calle en Santa Cruz para reivindicar los derechos de las mujeres.

Dos de las que este domingo no quisieron perderse la manifestación fueron las santacruceras Marina Sánchez y Dolores Déniz, que aseguran son "repetidoras", porque para ellas acudir "es importante, porque no podemos pensar que los derechos que ya nos hemos ganado no nos los pueden volver a quitar". Mientras que la primera afirmó que se debe seguir luchando "hasta que tengamos los mismos derechos no solo sobre el papel", la segunda opinó que "no debemos retroceder ni un paso, porque nos obligarán a dar más".

Un año más el movimiento también hizo gala de su originalidad para transmitir sus mensajes y en las muchas pancartas que sostuvieron los participantes de la manifestación se pudieron leer mensajes como "No hay peor virus que el patriarcado", "Seríamos más si no nos hubiera matado" o "Las mujeres no somos delicadas como las flores, somos fuertes como las raíces".

Las que faltan

Al llegar al entorno de La Alameda, con la lectura del manifiesto el colectivo recordó a todas las mujeres que por un motivo u otro no pudieron estar allí para reivindicar sus derechos. En especial, se señaló a las mujeres asesinadas, pero también "a todas las que han sufrido violencia, han sido desaparecidas o han terminado suicidándose" y que no están en ningún registro como víctimas de violencia de género. También se recordó a aquellas que están presas o retenidas en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y a las que el cuidado de un familiar dependiente les hubiera impedido asistir. "Por todas ellas estamos hoy aquí", sentenciaron.

El manifiesto del 8M también criticó a quienes banalizan los asesinatos machistas "asegurando que son producto de un loco o los llaman violencia doméstica", así como a los que "le cambian el sentido a la palabra feminismo y la dejan hueca".

Una justicia antipatriarcal, que no culpabilice a las mujeres de las agresiones, cambios en la educación, para que la educación afectivo sexual se imparta en los colegios y convertir el aborto en un derecho para todas fueron otras de las reivindicaciones que realizó ayer del colectivo.

La portavoz de la Plataforma Feminista 8M Tenerife, Begoña Barras, fue la encargada de concluir la lectura del manifiesto, que como ella habían leído antes mujeres de diferentes edades, nacionalidades e identidades. "Una revolución feminista para cambiar el mundo. Ni un paso atrás", proclamó, apoyada después por la multitud con aplausos y vítores.