En una habitación en la ciudad de Goirle, en la provincia de Bravante, en los Países Bajos, se encuentran siete niñas nerviosas antes de participar en las semifinales del concurso de lectura por la región de Eindhoven. La octava participante se encontraba a más de 3.500 kilómetros de distancia, aislada desde el pasado 24 de febrero en un hotel al sur de Tenerife al detectar un caso por coronavirus en uno de sus huéspedes.

El periódico Brabants Dagblad recoge esta curiosa e insólita historia, inédita en todas las ediciones de este concurso escolar. Ante la imposibilidad de poder participar, permitieron que Pleun pudiera hacerlo mediante una videoconferencia. Participó con un buen ritmo de lectura, guardando los silencios necesarios e incluso contando con los dedos junto a sus palabras. Una lectura no verbal que mostraba el interés de la joven en el concurso en el que participan 584 escuelas del condado de Brabante.

Sus abuelos decidieron pasar una semana de vacaciones en Tenerife tras 45 años de matrimonio. Así que junto a sus hijos, parejas y nietos eligieron uno de los mejores destinos posibles, Tenerife. Cree que han tenido unas buenas vacaciones aunque no hayan podido realizar viajes por el aislamiento. "No tenemos molestias en absoluto, lo único es tener que ponernos la mascarilla cuando estamos en la piscina", declaró la joven. Su abuelo en declaraciones al periódico Brabants Dagblad adelanta cuándo creen que podrán volver a su país tras la salida de cientos de huéspedes: "Las últimas noticias nos dicen que podemos volar de regreso a Amsterdam el domingo por la noche".