El 82,3% de las jóvenes españolas obtiene el título de la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y el 63,4% alcanza el de Bachillerato, lo que supone unos porcentajes superiores al de sus compañeros varones, ya que sólo un 72,7% de los chicos logra graduarse en secundaria y un 48,8% en Bachillerato, según el informe Igualdad en Cifras elaborado por el Ministerio con motivo del Día Internacional de la Mujer. El documento, que recoge los principales indicadores educativos en clave de género, muestra que las chicas obtienen en mayor proporción que los chicos los títulos de ESO y Bachillerato. Los datos también constatan las diferencias a la hora de elegir estudios, con una baja presencia femenina en las áreas científico-tecnológicas.

Según los datos del estudio, que se publica por segundo año consecutivo, el abandono educativo-formativo entre los 18 y 24 años es inferior entre las chicas (13%) que entre los chicos (21,4%). Además, las mujeres suponen el 55,2% del alumnado universitario, y el porcentaje de mujeres de 25 a 34 años con estudios superiores supera en 11,8 puntos al de hombres (52,4% frente a 40,6%).

Si bien, la distribución de mujeres y hombres en las diferentes áreas de conocimiento revela una brecha de género que se manifiesta ya en el bachillerato de Ciencias, donde las chicas representan el 47% del alumnado. En Formación Profesional la presencia femenina es menor en todos los niveles (básica, grado medio y superior) y es especialmente baja en ramas como las de Mantenimiento de vehículos autopropulsados (3,2%), Electricidad y Electrónica (4,8%) o Fabricación Mecánica (9,4%). Sin embargo, son mayoría en Imagen Personal (94,1%), Servicios Socioculturales y a la Comunidad (87,1%) o Sanidad (75%).

En los grados y másteres universitarios la situación es similar, con pocas chicas cursando carreras relacionadas con ingeniería, industria y construcción (28,5%) o en Informática (12,9%), y muchas en Educación (77,7%) o Salud y Servicios Sociales (71,4%).

Sin embargo, la feminización de los estudios en general contrasta con la masculinización del mercado laboral, donde las mujeres tienen peores tasas de empleabilidad en todos los niveles de formación entre los 25 y los 64 años, según datos de 2019. Las tasas de paro femenino son superiores para todos los niveles educativos y todas las edades. Si se restringen al grupo de mujeres entre 25 y 34 años -donde un 52,4% posee estudios superiores (11,8 puntos más que los varones de esa edad)-, las cifras no mejoran, con 2,6 puntos más de paro total, 10 puntos más entre aquellas sin estudios obligatorios y casi dos más entre las que tienen estudios superiores.

En cuanto a la profesión docente, se trata de una carrera claramente feminizada (66,6% del total), especialmente en las primeras etapas de la enseñanza, en donde las mujeres representan el 97,7% en infantil en el curso 2017-2018. En la universidad, el profesorado femenino representa el 41,8%, porcentaje que aumenta hasta el 51,9% entre los menores de 40 años.

"Uno de los principales retos que tenemos en nuestro país es garantizar la igualdad de oportunidades en la educación y hacer que el sistema educativo desarrolle por igual el talento de niñas y niños, sin limitaciones ni condicionantes. Para ello, es necesario un verdadero compromiso político y social por la equidad de género en educación", señala la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, en el prólogo del informe.