"Si se confirman los hechos denunciados, es una auténtica vergüenza". Esto señaló ayer Francisco Bautista, secretario general de la Federación de Empleados Públicos de UGT Canarias, sobre el caso del ginecólogo del Hospital Universitario de Canarias (HUC) que mantiene a su madre ingresada en este centro público desde hace alrededor de un año y medio cuando debería estar en una instalación geriátrica. Bautista aclaró ayer que ha puesto este caso en manos de los servicios jurídicos del sindicato para presentar la correspondiente denuncia en los tribunales, que se unirá a la que ya ha interpuesto el propio centro hospitalario.

"Si el caso se confirma, es lamentable que alguien se aproveche de su posición en un centro hospitalario para tener a un familiar en el mismo hospital, ocupando una cama pública cuyo gasto es de 657 euros al mes y que pagamos todos los canarios. Y más teniendo en cuenta la saturación que sufren las instalaciones sanitarias del Archipiélago. Estaríamos hablando de una familia con recursos económicos que en vez de llevar a esta persona a una instalación sociosanitaria, la deja en un hospital sin presuntamente razones médicas que lo justifiquen", añadió Bautista, que no recuerda un caso igual en las Islas al que han destapado los servicios informativos de la Cadena SER en Canarias.

No solo contra el facultativo

El portavoz de UGT aseguró que la denuncia del sindicato no solo irá contra el médico del HUC, sino contra los responsables de la planta en la que permanece la madre del facultativo cuando ya habría superado la baja por enfermedad y contra el propio HUC. "Aquí no solo hablaríamos de la responsabilidad del facultativo, sino también de la de los responsables que conocían esta situación", aseguró el representante sindical, que no se explica cómo ha podido pasar más de un año sin que se adoptasen medidas.

La madre del ginecólogo ingresó en el Hospital Universitario de Canarias el 29 de septiembre de 2018 por una afección. Estuvo un tiempo para recibir tratamiento pero una vez concluido este, ha permanecido en el centro sin supuestamente justificación médica. Algunos trabajadores del centro, que ocultaron su identidad por temor a represalias, aseguraron ayer a la Cadena SER en Canarias que la habitación que ocupa la madre del médico es "intocable" y que aparte de estarla ocupando más allá del tratamiento, ha recibido otro tipo de privilegios. Tras tener conocimiento de estos hechos, el HUC trasladó varias veces a la familia de la mujer que debía recibir el alta médica, para que esa cama pasase a otro paciente, pero ante la negativa de estos a llevarla a un geriátrico puso estos hechos en conocimiento de los tribunales como marca el protocolo. Mientras, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias no se ha querido pronunciar sobre esta situación y remite a los medios de comunicación al propio HUC.

Francisco Bautista fue ayer muy crítico con el silencio de la Consejería. "Los responsables de Sanidad al menos deberían anunciar que se suman a las denuncias para defender el sistema público", opinó, para aclarar que no se puede alegar que no hay plazas geriátricas en los servicios públicos. "Estamos hablando de un médico con un alto poder adquisitivo, con medios suficientes para contratar una plaza privada. Escierto que hay una gran necesidad de plazas públicas asistenciales para las personas mayores, pero no puede ser excusa para que se deje en los hospitales, donde también escasean las habitaciones, a personas que deben ser atendidas en otro tipo de centros", subrayó Bautista.

UGT ha enviado un escrito a la Gerencia del HUC y al Servicio Canario de Salud solicitando información sobre este caso, denunciado en primera instancia por el propio Hospital Universitario. "Todavía no hemos recibido ninguna contestación", puntualizó.