La crisis que atraviesa la economía china por el brote de coronavirus está afectando especialmente al comercio exterior del gigante asiático. La entrada y salida de mercancías ha experimentado un drástico frenazo de cuyas consecuencias no se librará casi ninguna región o país europeo. En mayor o menor medida, los productos made in China llegan a todos los territorios del Viejo Continente, y Canarias no es una excepción, ni mucho menos. La llegada en tiempo y forma de unas 51.000 toneladas de suministros depende de que la República Popular recupere la normalidad en las exportaciones. Ese es el volumen de mercancías que las empresas isleñas traerán de Pekín en lo que queda de año si la crisis por el Covid-19 no las obliga a buscar otros mercados donde aprovisionarse. De momento, ya hay industrias que han pactado alargar los plazos de entrega con sus proveedores chinos para darles algo más de margen en unas circunstancias a todas luces extraordinarias. No en vano, hay suministros que de no poder comprarse a los exportadores del país asiático se encarecerían sobremanera.

China es el quinto país en que más productos adquiere la Comunidad Autónoma, solo por detrás de los Países Bajos, Alemania, Francia e Italia. Las empresas de la región importaron mercancías de la República Popular por un montante de 207 millones de euros solamente en 2019. Es más, en el último cuatrienio (2016-2019), la factura no bajó de los 200 millones en ninguno de los ejercicios. Hasta 8.685 entidades del Archipiélago se trajeron productos y materias primas de Pekín a lo largo del año pasado, un total de 61.558 toneladas, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio. Son cifras que ponen de manifiesto hasta qué punto China se ha convertido en un importante suministrador de mercancías a Canarias, una sólida relación comercial que se ve ahora en peligro por los efectos del coronavirus en la economía. El riesgo de desabastecimiento de algún producto es prácticamente inexistente, ya que los importadores de las Islas comprarían en otros mercados, pero eso sí, en muchos casos tendrían que pagar precios más altos y hasta mucho más altos. En este sentido, el mayor problema lo tiene la industria.

El presidente de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Gonzalo Medina, explicó ayer que en la patronal están "pendientes" de cómo evoluciona la situación en China, que en última instancia será la que determine si las empresas canarias se ven o no obligadas a tomar medidas. "Obviamente, sobre todo si esto se prolonga, van a aparecer problemas con productos de origen chino", ahondó el representante de los industriales de la Comunidad Autónoma, que agregó que, llegado el caso, cada firma tendrá que poner en práctica su propio plan de contingencia. De hecho, ya hay empresas que están adoptando las primeras medidas.

Materias primas de Pekín

Industrias que compran materias primas a Pekín, y más en concreto productos y compuestos químicos, han accedido a alargar los plazos de entrega de dos a cuatro meses para evitar los sobrecostes que les acarrearía importar esos compuestos de otros países. Aunque pueda resultar paradójico, a estas firmas les resulta más barato traer la mercancía de China que hacerlo desde, por ejemplo, Cataluña, donde se ubica una de las factorías químicas españolas. Les resulta más económico aun cuando tienen que pagar la tarifa por la importación de bienes de fuera de la Unión Europea, lo que da una idea de hasta qué punto los precios en la República Popular son más bajos que en el continente.

Canarias le compra a China casi de todo, pero destacan la ropa, que la región importó en 2019 por un montante de 17,1 millones de euros (sobre todo suéteres, trajes y ternos); los muebles, sillas y lámparas (15,2 millones); máquinas y aparatos mecánicos, como lavadoras, neveras y refrigeradores (20,3 millones); aparatos y materiales eléctricos, desde teléfonos hasta calefactores (22,4); y pescados, crustáceos y moluscos (35). En este último caso, según expuso el presidente de la Asociación de Supermercados de las Islas Canarias (Asuican), Alonso Fernández, el problema es menor, porque siempre queda la opción de comprar los que se pescan en el banco canario-sahariano.

La balanza comercial de Canarias con China es absolutamente deficitaria, ya que las exportaciones de las Islas al gigante asiático son casi testimoniales. Solo 77 empresas de la Comunidad Autónoma llevaron el último año sus productos y mercancías a Pekín, aunque la gran mayoría fueron envíos puntuales de pequeña cuantía y, por tanto, sin repercusión económica alguna. En realidad apenas hay ocho firmas canarias que facturan por ventas en China cifras considerables (un mínimo de 50.000 euros anuales), según la base de datos de ICEX España Exportación e Inversiones.