¿En qué se diferencia la sintomatología que provoca el coronavirus de la que produce la gripe?

Lo cierto es que es muy difícil diferenciarlas a simple vista. No obstante, los dos síntomas fundamentales del coronavirus de Wuhan son la tos y la fiebre. También, los análisis de sangre de los pacientes infectados anotan un descenso de los linfocitos. A esto cabe sumarle los datos clave que revelan otras pruebas específicas y que demuestran que no se trata de una gripe común.

¿Cuáles serían las principales complicaciones neumónicas que podría causar el Covid-19?

El virus puede alcanzar los pulmones y actuar como el patógeno responsable de una neumonía grave. Hablamos de procesos que son muy escasos, pero la mortalidad se produce porque descompensa a pacientes que tienen enfermedades crónicas de base, que ya de por sí son graves. De hecho, la mayoría de las personas que han muerto por las consecuencias que provoca el coronavirus (2% de todos los infectados) son enfermos aquejados de patologías crónicas avanzadas, fundamentalmente, de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica -EPOC- grave. De este modo, una persona sana tendría muy pocas posibilidades de fallecer por coronavirus. Cabe destacar que las neumonías habituales están producidas por bacterias y se localizan en una parte del pulmón, mientras que el resto del órgano se mantiene en buen estado. Sin embargo, las neumonías víricas se caracterizan por ser muy difusas, bilaterales y de gran extensión.

¿Serían útiles los antibióticos para atajar los efectos de esta patología?

No. Los antibióticos no son útiles para tratar esta clase de virus y aún no disponemos de una medicación específica para esta enfermedad. Ahora mismo, en los casos muy graves, se están empleando los mismos tratamientos que se usan para el virus del Sida. Se trata de una acción experimental para comprobar su eficacia, pero en realidad no existe un tratamiento concreto. De hecho, los antibióticos solo serían efectivos para las neumonías bacterianas. No obstante, hay que tener en cuenta que los pacientes con EPOC grave, por ejemplo, experimentan debilidad en el sistema inmunitario y hay bacterias que pueden proliferar. En estos casos, se puede proceder a suministrar un antibiótico, pero no para atacar al virus, sino a las bacterias que se aprovechan de la situación para multiplicarse.

¿Esta dolencia requiere un abordaje multidisciplinar?

Sí. Últimamente han hablado mucho los epidemiólogos y los microbiólogos, pero muy poco los clínicos, que son los que tratamos con los enfermos. Hay que decir que los neumólogos, los internistas y los intensivistas desempeñan un papel muy importante en los hospitales. Además, los médicos de Atención Primaria tienen que estar muy puestos en la materia porque son los que deben dar las normas básicas a toda la población y responder a las preguntas que les inquieta.

¿Está el Colegio Oficial de Médicos preocupado por los casos que se han registrado en Canarias estos últimos días?

En realidad, no. Considero que las cosas se están haciendo muy bien y la experiencia con epidemias anteriores nos ha dado mucha soltura para realizar diagnósticos rápidos, manejar la situación y establecer protocolos eficaces.

¿Está colaborando la institución profesional en la difusión de información?

El Colegio ha enviado a todos los médicos un protocolo exhaustivo y serio para que los profesionales puedan tener al alcance información científica de primera mano y de muy reciente publicación.

¿Cree que nuestro sistema sanitario está preparado para afrontar una epidemia?

Nuestro sistema sanitario está muy bien preparado y es muy eficiente. Hay que resaltar que la red sanitaria española es magnífica y muchos de nuestros profesionales están reconocidos a nivel internacional. El hecho de haber implantado el MIR hace ya muchos años se ha traducido en todo un acierto y ahora los médicos tienen una formación muy homogénea. Además, la sanidad pública cubre a todos los ciudadanos españoles sin excepción y pocos países pueden presumir de esta cualidad. Por tanto, tenemos todas las herramientas necesarias para poder abordar la situación.

Teniendo en cuenta que estamos ante un virus que anota menor letalidad que la gripe, ¿considera que se ha desatado una alarma social innecesaria?

Desde mi punto de vista, sí. Son muchas las personas que son víctimas de las fakes news [noticias falsas], y lo único que se consigue con esto es crear una histeria colectiva. Tenemos que estar tranquilos porque, como ya he dicho, nuestro sistema sanitario es bueno y las autoridades sanitarias saben muy bien lo que hacen. Las personas deben hacer su vida con total normalidad y no caer en la psicosis social.

¿Qué recomendaciones daría a la población?

En el caso de los pacientes con enfermedades crónicas y avanzadas que presenten tos y fiebre deben acudir a su médico de cabecera. Si esto ocurriera, sí sería muy útil hacer uso de mascarillas para evitar propagar el virus si estuvieran infectados. Además, no es recomendable ir a los hospitales, porque estos no se pueden colapsar. Por otra parte, las personas que vengan del Norte de Italia o de China y que sospechan haber podido contraer la patología deben llamar al 112 y seguir las indicaciones de los profesionales.

¿Cree que se está demorando demasiado el desarrollo de la vacuna?

Estos antídotos suelen tardar mucho en desarrollarse, pero afortunadamente, gracias a los avances tecnológicos, en cuestión de meses podríamos tener una vacuna eficaz contra el coronavirus. La vacuna es necesaria porque es la única forma de prevenir esta patología. Pero esto no es un episodio aislado. Todos los años surgen nuevos virus y cuando esto ocurre, si las previsiones apuntan a que se puede crear una epidemia, se van incorporando a las vacunas.