La vacuna de la meningitis tipo B, la Bexsero o 4CMenB, de la farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK), ha confirmado su coste eficacia en lactantes. Un estudio ha desmontado la principal razón por la que el Ministerio de Sanidad se negó hace un año a financiar esta vacuna: su coste en relación a la eficacia que tiene en los niños más pequeños. Un reciente estudio, publicado en The New England Journal of Medicine, ha confirmado una reducción del 75% en el número de casos de meningitis B en los últimos tres años en Reino Unido, lo que proporciona por primera vez evidencia sobre el impacto y la seguridad de la vacuna en la vida real. Dicho estudio, a su vez, constata que la eficacia de esta vacuna, aumenta cuantas más dosis se suministren.

Incidencia de la enfermedad

La baja incidencia de la patología (cada año se registran poco más de 100 casos en España), unida a lo que el Ministerio consideraba una "corta duración de la vacuna", y el hecho de que "no provoca la inmunización de grupo" fueron algunas razones que llevaron al Estado a desestimar su integración en el calendario vacunal, a pesar de que Canarias y Castilla León decidieron adelantarse y hacerlo por su lado. Sin embargo, a tenor de estos nuevos resultados, Luis Ortigosa, presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría, considera que la verdadera razón por la que el Ministerio no financia esta vacuna es su alto coste. "Está claro que si la vacuna fuera gratuita, ya la hubiéramos incluido en el calendario vacunal aunque haya pocos casos", lamenta Ortigosa.

Los diferentes criterios de inclusión provocaron una auténtica contienda entre Canarias y el Estado. Y es que Canarias decidió de manera unilateral financiar el Bexsero, que se aprobó en 2014 en España para uso hospitalario y que empezó a comercializarse en las farmacias en octubre de 2015. Hasta el momento, los padres interesados podían vacunar a sus hijos de esta enfermedad por aproximadamente 200 euros (106,12 euros la dosis) e intentando salvar la lista de espera que se había generado prácticamente desde su comercialización debido a la gran demanda. Sin embargo, el Ministerio rehusó financiarlo. Durante este año, Canarias ha estado suministrando la vacuna con normalidad a los bebés de 3, 5 y 13 meses.

Ya en 2014, en un documento consensuado por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, se afirmaba que la decisión del Ministerio "priva a los médicos de la libertad de prescribir un fármaco" y alertaba de que "solo un muy reducido número de personas" iba a tener acceso oficial a la misma.

La situación ocurrió tal y como consideraron los médicos. Fue esta situación la que llevó la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias dio un paso al frente en febrero del año pasado para incluir esta vacuna en el calendario vacunal. Concretamente, fueron "los roles sociales de Canarias" los que instaron a la Consejería de Sanidad, gestionada en aquel momento por José Manuel Baltar (CC) a tomar esta decisión. Y es que la carencia de un acceso equivalente a la vacuna afectaba de manera negativa a los sectores más empobrecidos de la sociedad que son, justamente, los que tienen más riesgo de contraer la enfermedad.

El Servicio Canario de la Salud (SCS) llegó a la conclusión de que, aunque se registran pocos casos de la enfermedad, su evolución es imprevisible y se trata de una patología grave en la que una de cada diez pacientes fallece. Además, tiene un riesgo de secuelas permanentes del entre el 20 y el 30% entre los supervivientes, esto es amputaciones de miembros, pérdida de audición o convulsiones, entre otras). Entre 2018 y 2019, en Canarias se registraron nueve casos de meningitis tipo B, y de ellos, uno acabó en fallecimiento.

Desde que la vacuna está disponible en España, se ha constatado una "reducción mayor de la esperada de los casos de meningococo B". Así lo afirma Luis Ortigosa que considera que este hecho es atribuible "a la cobertura vacunal alcanzada a pesar de tratarse de una vacuna no financiada por el Sistema Nacional de la Salud (SNS). "En nuestro país sí que se podría llegar a estimar la efectividad de la vacuna frente a meningococo B, ya que aproximadamente la mitad de los lactantes recibe la vacuna comprada por sus familias, y la otra mitad no se ha vacunado", insiste Ortigosa, que recalca que, aunque es un dato importante, requeriría de una coordinación entre las comunidades autónomas.

Una visión más amplia

Thomas Breuer, director médico de GSK Vacunas, valoró esta investigación afirmando que "gracias a los datos que ahora se publican, tanto los profesionales sanitarios como los propios padres tendrán una visión más amplia y diferenciada respecto del impacto de la vacunación en vida real". Asimismo, hizo hincapié en otro de estudio realizado en los últimos meses, también para valorar la eficacia del Bexsero pero en adolescentes. Este otro estudio reveló una reducción en el número de casos de enfermedad entre el colectivo de adolescentes vacunados, si bien, no se observaron efectos sobre las bacterias que este grupo porta habitualmente tanto en la nariz como en la garganta y que son claves para la transmisión de la enfermedad.

Los pediatras continúan insistiendo en la importancia de añadir todas las vacunas posibles a los calendarios vacunales en España. La meningitis no se puede erradicar, "pero sí controlar", de ahí que pediatras como Luis Ortigosa insistan en que "vacunar es la mejor forma de cerrar el círculo en torno a la infección meningocócica invasiva".