La normativa respecto al uso del teléfono móvil en las clases está muy lejos de la unificación en España. Cada comunidad autónoma establece sus reglas y su marco. Recientemente Madrid ha anunciado que a partir del próximo curso se unirá a Galicia en la medida de la prohibición. En Canarias el debate está abierto y EL DÍA pulsó por ello la opinión de la comunidad educativa. Desde la consejera de Educación a los alumnos.

En España hay unos 8,2 millones de estudiantes en la enseñanza no universitaria en aproximadamente 28.000 centros. En Canarias son algo más de 300.000 alumnos y sobre los 30.000 docentes, el 80% en la enseñanza pública. Casi todos los chicos tienen móvil y eso muestra la dimensión de partida del asunto.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha apuntado en alguna ocasión que quienes tienen la autonomía para decidir si conviene o no emplear las pantallas en las aulas son los centros. Su frase resume intenciones; "Los móviles como soporte ayudan, pero no son no para distraerse en el aula".

Galicia prohibió el uso de móviles en las aulas en 2015 a través de un decreto que desarrolla la ley autonómica de 2011 de convivencia y participación de la comunidad educativa.

Madrid anunció el pasado diciembre que prohibirá a partir del curso 2020-2021 el uso de móviles en colegios públicos y concertados para mejorar los resultados académicos y dar un nuevo paso en la lucha contra el acoso escolar.

¿Y en Canarias? A día de hoy, como ocurre en la mayoría del país no existe una regulación específica. Cada centro marca sus normas y restricciones. El móvil puede ser un instrumento útil para la docencia, por lo que se parece que la tónica global es más promover su uso responsable y aprovechar sus ventajas que por prohibirlo.

El sindicato Anpe Canarias, mayoritario en la enseñanza no universitaria, ha iniciado una campaña para promover el buen uso del móvil y las redes sociales en los centros educativos después de detectar durante el primer trimestre del curso escolar un aumento "alarmante" de denuncias del profesorado ante el mal uso de estas herramientas tecnológicas por parte del alumnado.

Según Anpe, durante los cuatro primeros meses del ejercicio escolar 2019-2020 muchos han docentes denunciado ante su Defensor del Profesor el mal uso de los grupos de Whatsapp y las redes sociales en centros de Secundaria. "Hemos contabilizado muchas grabaciones, difamaciones, insultos y amenazas a docentes o a otros alumnos", precisa Pedro Crespo, presidente autonómico

La consejera pide consenso. María José Guerra Palmero, consejera de Educación del María José Guerra PalmeroGobierno de Canarias, reconoce que hay planteado un debate en torno al uso de los teléfonos móviles en los centros educativos. Sabedora de la estrategia de prohibición en otras comunidades autónomas, apostilla: "Lo importante es el consenso entre el profesorado, las asociaciones de padres y madres y los propios alumnos. Y el marco para ese consenso creo que debe ser el Consejo Escolar de Canarias". Guerra entiende fundamental "educar para el uso y no el abuso en las diferentes acepciones del término". Lo valora como un fenómeno adictivo porque "casi ya hay más vida on line que off line entre los adolescentes", añade. Para ella, la clave es en qué momento y con qué fin se utiliza el móvil que piensa puede ser útil en situaciones de aprendizaje. "Nos preocupa mucho el ciberbullying pero prohibirlo en horario escolar no sería efectivo porque cuando termine seguirán estos acosos", subraya. La consejera recuerda que muchas acciones son directamente delictivas y propone programas de formación para familias, profesorado y alumnado "para regular el uso y no abuso del móvil".

Prohibido su uso. Nada mejor para conocer la realidad de los móviles en el aula que palparla en un centro. En este caso, el IES Teobaldo Power, uno de los institutos de más solera en la capital tinerfeña. Su director, Emilio Hernández Guerra, explica: "Tenemos 822 alumnos matriculados en Secundaria y Bachillerato. Más del 90% tienen móvil y lo traen a clase". Valora que se trata de estudiantes "muy participativos". El Consejo Escolar del centro acordó de manera unánime el curso anterior la prohibición del móvil en todo el recinto, incluso en el patio durante el recreo con la excepción del uso educativo en las clases bajo el control siempre del profesor. Para Hernández "este espacio libre de móvil propicia la interrelación y la comunicación". De ahí que en los recreos se potencien las actividades, del ajedrez a la música y el baile o el deporte. El móvil se guarda y queda en las aulas para pasar lista o determinadas materias. Una herramienta. Hernández reflexiona: "Nosotros también los dejamos y es sano". La medida, añade, "ha beneficiado a los docentes. En mi caso desconecto incluso en casa y tengo más tiempo para otras aficiones como la lectura". De acuerdo con el Ampa, el régimen sancionador vigente establece que al tercer parte por mal uso del móvil el alumno debe estar tres días fuera del centro.

Debate entre alumnos. Los alumnos del Teobaldo pretenden cambiar este reglamento. Algo que apoyan, con matices, Darío, Nadisha, Óscar o Gabriel. Creen que con el curso pasado y este resulta suficiente y quieren recuperar el uso libre, al menos en el recreo. Sus reflexiones van desde la libertad individual o la protección de datos al acoso en las redes o la violencia machista. Darío cree que "muchos compañeros se aburren en el recreo y el móvil les entretendría. En clase lo veo como herramienta de trabajo". Nadisha comprende la prohibición pero critica: "A los profesores a veces se les va la mano con las sanciones. A un compañero le pusieron un parte solo por llevar los cascos en la mano. Creo que hay que regularlo y es útil en clase". Óscar entiende que esté prohibido porque "se puede hacer un muy mal uso". Pero también apela a la libertad de quien, sin molestar al compañero ni al profesor, lo pueda utilizar. Lo que no tolera es el abuso o el molestar por molestar. Gabriel defiende que "la prohibición no ha solucionado mucho porque la gente lo sigue usando y de manera inadecuada. Entiendo que el director deba hacer algo pero la solución tiene que ser temporal". Respecto a la utilidad o no del teléfono móvil en las clases Gabriel cree que "depende del profesor".

Docentes: recurso útil. Los profesores son el sector de la comunidad educativa que tiene en teoría el control del móvil en sus clases. EL DÍA dialogó con cuatro docentes de amplia trayectoria.

Ana Delia Ramos da clase hace varios años en el IES Teobaldo Power. Cree un recurso "necesario" el uso de nuevas tecnologías en la sociedad actual. Valora la labor docente de ayudar y contribuir a la formación del alumnado "en todas aquellas destrezas que le permitan llegar a ser personas capacitadas para enfrentarse a la vida y a su futuro profesional". Con integración de aquellos recursos que lo posibiliten. Pero cree que "lo más importante es conseguir que sea capaz de diferenciar entre un buen uso y el incorrecto del móvil en el aula". Ana Delia entiende que utilizarlo con fines didácticos permite la integración de las nuevas tecnologías en el aula. Sin embargo propone evitar que el alumnado "aproveche " las oportunidades para conectarse a las redes sociales, utilizar el whatsapp, sacar fotos, grabar vídeos... Concluye: "Tengo en el aula una caja donde se depositan los móviles cuando no son utilizados con la finalidad permitida".

Miguel Fernández lleva 28 años en la enseñanza no universitaria y 16 y medio en la Universidad de La Laguna, donde es vicedecano de la Facultad de Educación. Cree que "la prohibición es la consecuencia de un fracaso educativo porque las tecnologías por sí solas ni son malas ni son buenas. Lo importante es el uso que se haga de ellas". Considera que para eso está la educación y que "tenemos que educar en el buen uso del móvil y así poder utilizarlo como herramienta". Recuerda que "esta discusión la hemos tenido en el instituto, donde mucha gente pensaba que había que cortar de raíz sin ningún argumento, mientras otros creíamos que debíamos dedicar tiempo a educar para su uso dentro y fuera del centro, a pesar de que tampoco en las familias hay mucha conciencia de ello". Fernández incide en su "obligación de ayudar al alumnado a utilizar el móvil como herramienta para el aprendizaje. Yo lo utilicé en el instituto y lo utilizo en la ULL. Nunca tuve problemas con el estudiante al respecto Lo fácil es prohibir, aunque se creen problemas. Lo difícil es educar. En resumen, móvil si, aunque hay que educar para su buen uso".

Ruymán Afonso trabaja como Educador Social en los Centros de Educación Obligatoria (CEO) de Arafo y Bethencourt y Molina de Barranco Grande, en Santa Cruz. Valora: "El móvil puede ser un recurso pedagógico en el aula, pero es complicado porque redes sociales como Instagram lo dificultan y en parte, distraen la atención del alumnado". Por otra parte, añade, "cualquier información que busquen conlleva un uso de datos y si utilizan la Red WiFi del centro se ralentizaría mucho". En los CEO donde trabaja está prohibido el uso en el aula. En el de Arafo en todo el centro, mientras en Barranco Grande pueden sacarlo en los recreos. Resume: "Lo ideal sería trabajar junto al alumnado y las familias el buen uso del móvil y las redes sociales. Contribuir desde la pedagogía a cómo utilizar las nuevas tecnologías".

José Juan Cruz Alayón es director del CEIP Ernesto Castro Fariñas de Tacoronte, centro pionero en la inclusión de la diversidad. En su opinión "los móviles se están convirtiendo en un problema pese a ser una herramienta espectacular si se utilizan correctamente". Compara: "Es como si le diéramos un Mercedes a un niño de 11 años. Recuerda que la edad de "tener un móvil" ha bajado hasta los 10 u 11 años con conexión a internet, whatsapp, instagram... Apunta a la vertiente jurídica -falsedad documental al no tener edad legal para estas aplicaciones-. Pero "ya que la realidad es la que es, vamos a aprovecharla". Alude a los viajes de fin de curso donde los grupos se comunican en espacios amplios. En resumen, indica Cruz Alayón, "es cuestión de utilizar sentido común y optimismo para dar la mejor respuesta posible a un problema que se puede convertir en una oportunidad".