"Nuestro mayor interés es intentar hacer que la burocracia no prime sobre la actividad científica". Enrique Playán, director de la Agencia Española de Investigación (AEI), consciente de los problemas a los que se está enfrentando la ciencia española, ayer trasladó un mensaje de esperanza para los investigadores. Como señaló, el Ministerio de Ciencia, que dirige Pedro Duque, está preparando una serie de cambios para el sistema de gestión por el que se rigen actualmente los investigadores españoles. Sin embargo, y a tenor de la "esquelética financiación" con la que cuenta su departamento, considera que esta modificación llegará más tarde que temprano.

El director de la Agencia, que es la institución que distribuye y convoca las subvenciones para la ciencia en España, aseguró, en una conferencia realizada en la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna (ULL), afirmó que, desde la AEI, se está "intentando simplificar" la cantidad de papeleo y requerimientos que se les hace a los científicos. El primer paso para esta modificación está en crear un nuevo Plan Estatal de I+D+i que debe estar acabado a 1 de enero del año que viene. "Nos costará, pero estamos poniendo todo el empeño para conseguirlo", afirmó.

El también investigador, vinculado durante ocho años al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), señaló que, tras estudiar una docena de sistemas de ciencia, se aventura a afirmar que el sistema español es uno de los más "restrictivos". En este sentido destacó que los problemas de la ciencia española están vinculados en buena parte con la financiación. "Cuando tienes la ciencia bien financiada no existen restricciones a la ambición científica", afirmó. Pero según el director de la AEI, "los problemas no acaban ahí", pues existe una gestión "tan compleja" que a día de hoy, suponen un obstáculo para el avance de la ciencia.

Una reforma del sistema

A pesar de las voces que señalan que lo más adecuado sería demoler el sistema y reconstruirlo de arriba a abajo, para Playán la solución pasa por una reforma. "El ministerio está trabajando para poder superar esas limitaciones, sé que van a hacer todo lo posible y confío en que vamos a poder mejorar mucho la situación en los próximos años", destacó. En esa dirección está trabajando este departamento que durante este 2020 publicará la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Investigación 2021-2027 -que ya está en fase de borrador- y pretende establecer un nuevo Plan Estatal de I+D+i para los años 2021 a 2024 que modifique algunos aspectos de gestión que actualmente lastran el sistema.

Durante su ponencia admitió que algunos obstáculos para la gestión de convocatorias y contratos de investigación son, por ejemplo, el seguir las mismas normas de los "privados" que reciben subvenciones estatal, por la Ley General de Subvenciones o, incluso, la recepción de fondos FEDER, pues han "aportado dinero pero también complejidades" a la actividad científica. Y es que, cuando los investigadores reciben estas subvenciones públicas deben seguir una justificación exhaustiva de todo el gasto que hacen, ya sea una pipeta o un bolígrafo, con el objetivo de que se pueda recuperar una parte si no el gasto no es adecuado, lo que en investigación suele suponer un porcentaje ínfimo. Por eso, Playán, aunque se mostró de acuerdo en que "una pequeña parte de la subvención se devuelva", consideró que "todo el ruido que se genera para llegar ahí, no tiene ningún sentido".

De esta manera, una financiación "esquelética" y una burocracia "demasiado estricta" ha hecho que los investigadores sean demasiado ahorradores. Algo que tampoco reduce los problemas que surgen de la gestión. "Algunos grupos llegan a la mitad de la duración del proyecto y solo han gastado el 20% de la financiación", insistió Playán y para él, tiene que ver con la "gran incertidumbre" que existe alrededor de la resolución de las convocatorias de investigación.

Se trata de una problemática que surge a raíz de la crisis económica, cuando el Ministerio de Hacienda impuso un control de gasto tan estricto que provocó que la adjudicación de las convocatorias de subvenciones a la actividad científica empezaran a retrasarse cada vez más. "Es una ley muy garantista", señaló Playán, pero indicó en que provoca que "una convocatoria no se pueda resolver en menos de 7 meses". Algunas incluso, llegan a demorarse 11 meses. Por esta razón, una de las determinaciones que ha tomado el ministro de Ciencia, Pedro Duque, es crear un calendario que permita a los investigadores saber cuándo podrán publicarse las convocatorias que están respetando y en el que tratan de "conciliar intereses".

Cumplir los requerimientos

Junto a ello, tratan de "cumplir con los requerimientos del Tribunal de Cuentas". Y es que la Administración ha recibido reclamaciones de este órgano de control de gasto porque en los últimos años, los continuos retrasos han obligado a realizar ciertos parches como conceder prórrogas de un año a los proyectos prácticamente en todas las ocasiones o habilitar el periodo para justificar los gastos tiempo antes de resolver la adjudicación de la subvención. Esto, aunque se encuentra dentro de la legalidad, como señaló el director de la AEI, "no puede ser la tónica general". Antes de culminar su conferencia, Playán animó a los asistentes a seguir reivindicando aquello que crean que deba mejorar ya que "el mundo lo cambian los benficiarios, no los gestores".