La colonización de la vegetación en Canarias siguió la regla de la progresión que predice una migración y asentamiento inicial en la isla más antigua -en este caso Fuerteventura- seguida de un esquema lineal de dispersiones que prosigue con la cronología del surgimiento volcánico de las Islas, es decir, Lanzarote, Gran Canaria, Tenerife, Gomera, La Palma o El Hierro.

Así lo recoge un estudio realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Real Jardín Botánico (RJB) sobre una especie arbustiva endémica del archipiélago, 'Lavatera acerifolia', que documenta y confirma en líneas generales este modelo sin que haya constancia de un retorno al continente africano, aunque sí con la posibilidad de algún salto directo, por ejemplo, desde Lanzarote y Fuerteventura a Tenerife.

El tipo de estudio genómico (genotyping by sequencing, GBS) llevado a cabo apenas ha sido aplicado a biogeografía de islas.

El valor de este trabajo acaba de ser publicado on line en Journal of Biogeography antes de hacerlo en su edición de papel y pivota sobre tres elementos.

"Conocemos y hemos estudiado la especie hermana continental -la más próxima evolutivamente-; hemos reconstruido la historia evolutiva con marcadores moleculares anónimos procedentes de secuenciación de nueva generación que suponen una buena representación del genoma (GBS), filtrados con procedimientos bioinformáticos muy cuidadosos y hemos construido modelos de nicho bioclimático para poder tomar en consideración factores abióticos", señala Irene Villa-Machío, una de las investigadoras.

Entre las principales consecuencias que aporta la especie estudiada aparece una paradoja pues las islas occidentales --las más jóvenes-- disponen de una extensión mayor de hábitats idóneos para la especie que las demás.

Mejor conservación en las Islas centrales

Sin embargo, "solo albergan una o dos poblaciones, por ejemplo en La Palma, o ninguna en Hierro. En cambio, en las orientales, las más antiguas, la situación contrasta mucho: la extensión de hábitats idóneos es mínima, pero suficiente para albergar una o dos poblaciones, aunque con un número muy reducido de ejemplares y con signos de haber sufrido cuellos de botella genéticos", añade la investigadora.

La conservación de la especie es complicada tanto en unas como en otras islas mientras se es más optimista en las islas centrales, Gran Canaria y Tenerife.

A ello se añade que, la variedad 'hariensis', que es como algunos llaman a la única población de Fuerteventura -de la que únicamente se conocen cuatro individuos-, está reconocida como en peligro de extinción en el Catálogo Canario de Especies Protegidas de 2010.

Las malváceas, una familia importante del grupo angiospermas, el más extenso del reino de las plantas donde se localiza la especie 'Lavatera acerifolia', incluye también las malvas, los hibiscos, la planta del algodón y el baobab.