El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) y el Hospital Universitario de Canarias (HUC) se preparan para afrontar, hoy y mañana, los peores efectos negativos de la calima en la salud de residentes y visitantes. Este fenómeno meteorológico con abundante polvo en suspensión no había provocado hasta la noche de ayer incidencias destacadas en los servicios de urgencias de los hospitales tinerfeños. Sin embargo, se espera que se deje notar más en las próximas 48 horas.

Tanto las urgencias del HUNSC como HUC no se vieron afectadas este fin de semana por la llegada de pacientes afectados por la calima, según confirmaron a EL DÍA las responsables de prensa de los dos hospitales.

No se registraron incidencias reseñables y, tanto el pasado sábado como ayer domingo, fueron jornadas relativamente tranquilas en los hospitales. Ambos servicios funcionaron con normalidad, aunque de mantenerse esta incidencia climatológica reconocen que sí podrían verse afectados en las próximas horas con la llegada de más personas afectadas por problemas respiratorios.

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, ante la presencia de calima, ha recomendado a la población tomar precauciones como evitar la exposición prolongada en el exterior, mantener las ventanas cerradas y no realizar demasiados esfuerzos físicos al aire libre.

El polvo en suspensión contribuye a resecar las vías respiratorias, y en muchas ocasiones se puede provocar un agravamiento de afecciones o síntomas relacionados con enfermedades respiratorias, tales como el asma, personas con enfermedad obstructiva crónica (EPOC) que hacen que aumenten las visitas a los servicios de urgencias y los ingresos hospitalarios en algunos casos.

La exposición a este contaminante puede producir molestias torácicas, tos, palpitaciones, fatiga o incremento a la susceptibilidad a infecciones respiratorias, al menos durante los cinco días posteriores al inicio del episodio. Por lo tanto, se recomienda a las personas sensibles a este tipo de episodios, como es el caso de los niños, los ancianos y las personas con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas las medidas siguientes no salir a la calle y mantener cerradas puertas y ventanas de las casas, realizar la limpieza con paños húmedos, mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse y no realizar ejercicios físicos en el exterior.