Fuerteventura amaneció ayer bajo un manto marrón. La calima aumentó a medida que avanzaba la jornada e impidió la visibilidad. Con calor y temperaturas de 22 grados la jornada transcurrió con una gran expectación entre la población ante la enorme masa de polvo y el anuncio de fuertes vientos. Dos vuelos fueron desviados desde el Aeropuerto de Lanzarote a la isla majorera, uno de Vueling procedente de Barcelona y otro de Ryanair que partió de Reino Unido. También Gran Canaria desvió aeronaves a la isla majorera. La calima se multiplicó durante la jornada y la flota pesquera permaneció amarrada. La alerta también obligó al Ayuntamiento de Puerto del Rosario a cancelar el Carnaval.