Una de las demandas realizadas en pasadas ediciones de Hackron es la falta de talleres. "Todos los años en la encuesta de calidad nos reclaman más prácticas y este año nos hemos reinventado creando un entorno hacker en el que durante una tarde se puedan realizar diferentes pruebas y acercarse a la ciberseguridad desde un entorno práctico", destaca Cecilio Sanz, cofundador del congreso.

Aprender a rastrear las pruebas que dejan los ciberdelincuentes, cómo programar un robot, entender los problemas de seguridad de dispositivos que registran valores biométricos, encontrar vulnerabilidades en diferentes dispositivos de radio frecuencias, como los que abren las puertas de un coche, y el reto Captura la Bandera, en el que hay que superar diferentes pruebas de intrusión, dotado con un premio en metálico de 500 euros para la máxima puntuación, fueron las pruebas que desbordaron las previsiones de la organización al contar con más de 250 aspirantes a profesionales en ciberseguridad.