Los cielos de Canarias son de los mejores del planeta para la contemplación del Universo, prueba de ello es que nuestras islas albergan dos de los observatorios astronómicos más relevantes del mundo, el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma, y el Observatorio del Teide, en Tenerife.

Por ello, ante el debate mediático sobre la construcción o no del Telecospio de 30 metros (TMT) en Hawaii, los cielos de Canarias vuelven a estar en el foco de la noticia y el periódico El Día pone sobre la mesa un interesante debate sobre su potencial que se ha podido seguir a través de la página de Facebook de El Día y su web con el título Los cielos de Canarias, su infinito potencial, realizado desde el Museo de la Ciencia y el Cosmos en Tenerife.

En la Mesa de Expertos han estado Juan José Díaz Hernández, profesor del departamento de Economía y Dirección de Empresas de la ULL; Antonia Varela Pérez, astrofísica del IAC y directora de la Fundación Starlight; Garik Israelian, astrofísico del IAC y director creativo del Festival Starmus; José Antonio Paris, presidente de la Asociación de Guías Starlight, e Ignacio Sabaté Bel, gerente de Volcano Teide Experience.

Antonia Varela aseguró que los cielos de Canarias son un patrimonio prácticamente únicos en el mundo por diversos motivos, entre ellos la localización geográfica del Archipiélago, las condiciones meteorológicas y climatológicas, así como condiciones ópticas. "Las Islas llevan en su ADN la calidad de sus cielos". A todo lo anterior, Varela añadió que "la oscuridad de los cielos en Canarias, es decir, la muy baja contaminación lumínica que existe, gracias entre otras cosas a la creación de la Ley del cielo hace más de 30 años", entre otras iniciativas, hace que Canarias sea escenario para la observación del firmamento.

Garik Israelian destacó "la joya" que son los cielos de Canarias y propuso declarar "un día internacional dedicado a los cielos en Canarias", de tal manera que sea posible concienciar a la gente de la maravilla que supone la observación de las estrellas en un entorno como la bóveda celeste que se disfruta en el Archipiélago. "Es una iniciativa que podría promover la concienciación de los canarios sobre esta joya".

José Antonio Paris apuntó que "aún queda mucho por hacer, especialmente en Tenerife, para proteger los cielos". En este sentido, afirmó que hay luminarias públicas que afectan a la oscuridad de los cielos para hacer observaciones, pero especialmente se quejó del alumbrado privado del que dijo que "ni siquiera es un alumbrado útil, puede ser espectacular la iluminación de un edificio determinado, pero ataca y machaca el cielo". Paris comentó la existencia de una Oficina de Protección del Cielo, pero denunció que "no dan abasto, no tienen medios".

Ignacio Sabaté destacó que "la calidad del aire y la de los cielos forma parte de los nuevos derechos que nos hemos dado y, por lo tanto, los asumimos, pero debemos defenderlos también. Es algo que va más allá de la convivencia, de las buenas formas y de la concienciación y formación ciudadana". En este sentido defendió que "Tenerife y La Palma, pero Canarias en general, deben ser una referencia a la hora de promover una actitud transformadora para defender esos derechos". Por ello, afirmó también que "fue una fortuna que se creara la estructura Starlight".

Juan José Díaz no solo abundó en las excelencias de la calidad de los cielos de Canarias en el sentido de la investigación científica, en lo que significa como patrimonio natural del Archipiélago, sino tambien los efectos económicos que tiene. "Creo que tenemos en los cielos de Canarias, en la ciencia, el camino para ampliar el tejido productivo de Canarias, para diversificar nuestra economía y encontrar oportunidades de negocio que lleguen o reviertan a todos", subrayó.

El Instituto de Astrofísica de Canarias, consciente de la importancia de preservar los cielos nocturnos para la astronomía, promovió la creación de la Ley del Cielo (1988) y la Iniciativa Starlight, cristalizada en la redacción en 2007, de la "Declaración Starlight", conocida también como la "Declaración de La Palma", y que cuenta con el apoyo de organizaciones internacionales como la Unesco, la OMT, el MAB y la IAU, entre otras.